Miércoles 30 de Octubre de 2.024
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Evangelio:
San Lucas 13, 22-30
La salud de los gentiles y la reprobación de los israelitas.
22Recorría (Jesús) ciudades y aldeas, enseñando y siguiendo su camino hacia Jerusalén. 23Le dijo uno: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Él le dijo: 24Esforzaos a entrar por la puerta estrecha, porque os digo que muchos serán los que busquen entrar y no podrán; 25una vez que el amo de casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo: Señor, ábrenos. El os responderá: No sé de dónde sois. 26Entonces comenzaréis a decir: Hemos comido y bebido contigo y has enseñado en nuestras plazas. 27El dirá: Os repito que no sé de dónde sois. Apartaos de mí todos, obradores de iniquidad. 28Allí habrá llanto y crujir de dientes, cuando viereis a Abraham, a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, mientras vosotros seréis arrojados fuera. 29Vendrán de oriente y de occidente, del septentrión y del mediodía, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios, 30y los últimos serán los primeros, y los primeros serán los últimos.
Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)
«Palabra del Señor»
«Gloria a ti Señor Jesús»
Meditación:
La salud de los gentiles y la reprobación de los israelitas.
Dios, Jesús, Él iba por el mundo enseñando; Él, Dios, daba a conocer la verdad de Dios, exponía los secretos de la vida y la muerte dando a conocer lo mejor para la persona, que es que obre según la voluntad de Dios. Él, Dios, Jesús, exponía la palabra, enseñaba, informaba y sanaba a los enfermos, los curaba, y perdonaba los pecados. Y, ¿tú que haces para evangelizar? Sólo dando a conocer el Evangelio, ya haces como Jesús, porque Jesús dijo también, que la fe sólo puede darla Dios, y también dijo que se puede pedir cualquier cosa buena a Dios. Entonces, te lo digo a ti, que me lees: propaga el Evangelio, reza y haz bien a todos, y vive en paz, que Dios hará; mientras tú, usando de los sacramentos y luchando para cumplir los diez mandamientos, vives tu vida aceptando las circunstancias y valorando lo mejor de lo mejor, el saber que Dios te ama, el saberte salvado por Dios.
A ti te espera la vida Eterna. ¿Qué más quieres?…
Pídeselo todo a Dios, apoyando tus plegarías en las obras de fe, en la caridad de la esperanza que te será cumplida a la hora que Dios diga; mientras, espera, y obra por tu fe y la esperanza con caridad.
Amén.
P. Jesús
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