Saltar al contenido

30 de mayo de 2018

Miércoles 30 de Mayo de 2.018

Tiempo Ordinario /8º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Marcos 10, 33-45

La fama

(Dijo Jesús a los doce): 33Subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los príncipes de los sacerdotes y a los escribas, que le condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles, 34y se burlarán de Él y le escupirán, y le azotarán y le darán muerte, pero a los tres días resucitará.35Se acercaron Santiago y Juan, los hijos del Zebedeo, diciéndole: Maestro, queremos que nos hagas lo que vamos a pedirte. 36Díjoles Él: ¿Qué queréis que os haga? 37Ellos le respondieron: Concédenos sentarnos, el uno a tu derecha y el otro a tu izquierda en tu gloria. 38Jesús les respondió: ¡No sabéis lo que pedís! ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber, o ser bautizados con el bautismo con que yo he de ser bautizado? 39Le contestaron: Sí que podemos. Les dijo Jesús: El cáliz que yo he de beber, lo beberéis, y con el bautismo con que yo he de ser bautizado, seréis bautizados vosotros; 40pero sentaros a mi diestra o a mi siniestra, no me toca a mí dároslo, sino que es para aquellos para quienes está preparado. 41Los diez, oyendo esto, se enojaron contra Santiago y Juan; 42pero, llamándolos Jesús a sí, les dijo: Ya sabéis cómo los que en las naciones son considerados como príncipes las dominan con imperio, y sus grandes ejercen poder sobre ellas. 43No ha de ser así entre vosotros; antes, si alguno de vosotros quiere ser grande, sea vuestro servidor; 44y el que de vosotros quiera ser el primero, sea siervo de todos, 45pues tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por muchos.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

La fama

Los planes de la madre, y de los mismos Santiago y Juan, eran la fama; la fama ante los que seguían a Jesús, los que amaban a Jesús.

Siguen muchos, hoy en día, queriendo los primeros puestos entre los apóstoles, entre los que profesan la fe, y algunos hacen sus negocios hablando y propagando la fe. ¡Apartaos de los que tienen en su corazón la vida en la tierra!; hay muchos que no hablan del Cielo, y menos del Infierno; están pendientes de este mundo, y se benefician, por la fe, con dinero y fama.

Que la fama sea por la santidad.

P. Jesús

© copyright