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30 de marzo de 2016

Miércoles 30 de Marzo de 2.016

Evangelio:

San Lucas 24, 13a.15-17a.19b-32

En el camino de Emaús

Luk 24:13a El mismo día, dos  discípulos de Jesús iban a una aldea llamada Emaús.
Luk 24:15 Mientras iban hablando y razonando, el mismo Jesús se les acercó e iba con ellos,
Luk 24:16 pero sus ojos no podían reconocerle.
Luk 24:17a Y les dijo: «¿Qué discursos son éstos que vais haciendo entre vosotros mientras camináis?»
Luk 24:19b Contestáronle: «Lo de Jesús Nazareno, varón profeta, poderoso en obras y palabras ante Dios y ante todo el pueblo;
Luk 24:20 cómo le entregaron los príncipes de los sacerdotes y nuestros magistrados para que fuese condenado a muerte y crucificado.
Luk 24:21 Nosotros esperábamos que sería Él quien rescataría a Israel; mas, con todo, van ya tres días desde que esto ha sucedido.
Luk 24:22 Nos asustaron ciertas mujeres de las nuestras que, yendo de madrugada al monumento,
Luk 24:23 no encontraron su cuerpo, y vinieron diciendo que habían tenido una visión de ángeles que les dijeron que vivía.
Luk 24:24 Algunos de los nuestros fueron al monumento y hallaron las cosas como las mujeres decían, pero a Él no le vieron».
Luk 24:25 Y Jesús les dijo: «¡Oh hombres sin inteligencia y tardos de corazón para creer todo lo que vaticinaron los profetas!
Luk 24:26 ¿No era preciso que el Mesías padeciese esto y entrase en su gloria?».
Luk 24:27 Y, comenzando por Moisés y por todos los profetas, les fue declarando cuanto a Él se refería en todas las Escrituras.
Luk 24:28 Se acercaron a la aldea adonde iban, y Él fingió seguir adelante.
Luk 24:29 Pero ellos, obligáronle diciéndole: «Quédate con nosotros, pues el día ya declina». Y entró para quedarse con ellos.
Luk 24:30 Puesto con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio.
Luk 24:31 Se les abrieron los ojos y le reconocieron, y desapareció de su presencia.
Luk 24:32 Se dijeron unos a otros: «¿No ardían nuestros corazones dentro de nosotros mientras en el camino nos hablaba y nos declaraba las Escrituras?».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

En el camino de Emaús

¿Tú también esperas a un Dios que te solucione los problemas sociales? ¿Un Dios que te haga ser importante ante los demás al servirle, al seguirle? La gente no ama a Dios; no van a hacerte una reverencia, por amarle tú. La gente no sirve a Dios, no van a darte mérito, porque le sirvas; así que vas a ser despreciado, insultado, humillado, calumniado…

¿Sigues ahí?

Bien, lo sabía; sabía que Cristo, que Dios, murió por ti.

P. Jesús

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