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29 de noviembre de 2016

Martes 29 de Noviembre de 2.016

Evangelio:

San Lucas 10, 21-24

Aleluya

Luk 10:21 En aquella hora, Jesús se sintió inundado de gozo en el Espíritu Santo y dijo: «Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y las revelaste a los pequeños. Sí, Padre, porque tal ha sido tu beneplácito.
Luk 10:22 Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, y quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quisiere revelárselo».
Luk 10:23 Vuelto a los discípulos, aparte les dijo: «Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis,
Luk 10:24 porque yo os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron, y oír lo que oís, y no lo oyeron».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Aleluya

El Padre y el Hijo están unidos en el Amor, todo lo hacen bien, porque es Dios.

Jesús, Dios, se goza cuando tú tienes fe, y en un momento determinado, por un pensamiento, por una palabra oída, por una gracia de Dios, notas que se te aumenta la fe, que tu amor crece para Él. Dios murió por esto, por tu fe; aleluya.

P. Jesús

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