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29 de mayo de 2019

Miércoles 29 de Mayo de 2.019

Tiempo Pascual /6º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Juan 16, 12-15

El Espíritu os guiará hacia la verdad completa

(Dijo Jesús a sus discípulos): 12Muchas cosas tengo aún que deciros, mas no podéis llevarlas ahora; 13pero cuando viniere Aquél, el Espíritu de verdad, os guiará hacia la verdad completa, porque no hablará de sí mismo, sino que hablará lo que oyere y os comunicará las cosas venideras. 14El me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo dará a conocer. Todo cuanto tiene el Padre es mío; 15por esto os he dicho que tomará de lo mío y os lo dará a conocer.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

El Espíritu os guiará hacia la verdad completa

Amigos, sigo con el tema de ayer.

En el Infierno no hay tiempo, se vive el ahora-siempre, en el dolor y el sufrimiento, en la soledad. Uno queda solo, totalmente solo, porque para ir al Infierno, uno rechaza a Dios; y todas las almas buenas son de Dios, se han unido al Cuerpo místico de Cristo, por la oración y el bautismo; puede ser un bautismo de deseo, de desear servir al Dios verdadero, de amarlo sobre todas las cosas, incluso sobre las doctrinas falsas, porque es el amor a Dios, ¡la fe!, que salva; el creer en Jesucristo, el servirle.

No, el Infierno no es nada de este mundo, porque si uno se lo pasa mal, tiene también momentos que no sufre tanto; pero no ocurre así en el Infierno, donde no hay tiempo, y en el ahora-siempre, está el máximo de sufrimiento que un alma se merece y quiere y busca, por sus hechos.

“Por sus hechos los conoceréis”, sentencia de Dios. No será por el amor, ni por sus palabras, será, y es, por sus hechos, que conoces a una persona. Porque los hechos son lo que se hace en el tiempo terreno, hechos y palabras que ocupan tiempo, y por las palabras recibidas, tenemos paz o guerra.

Aquí y ahora, es el tiempo de la lucha, de luchar para dominar tu imaginación, y ser realista; puedes utilizarla, la imaginación, para que pensando, y al pensar, formes historias que son la imaginación, y “viendo” en la mente, te evites problemas y pecados, y en vez del mal, hagas el bien. Los sueños no los puedes dominar, ellos se forman bajo tu condición de estar dormido, descansando, viviendo, pero sin que en este tiempo, nada de lo que sueñes cuente ante Dios, como bien o como mal. Entonces, ¿por qué se sueña?… ¿Quién no se ha ido a dormir con un grave problema que solucionar y, a la mañana siguiente, al despertar, tiene certeza de lo que debe hacer para solucionar el problema?… Entonces, los sueños, ¿soñamos para solucionar los problemas?…

Es importante descansar, vivir en el cuerpo siendo alma y cuerpo; el cuerpo necesita del sueño reparador del mismo cuerpo; las células se regeneran y se llenan de vitalidad por el proceso de estar descansando, de no interrumpir con la vida, el proceso de mantenimiento corporal, y el pensamiento forma parte del cuerpo; el hombre, la persona, es un ser racional; piensa, puede pensar y se imagina un proceso, y puede decidir hacer esto o lo otro; la imaginación puede llevar a una persona al futuro y al pasado, y teniendo historias, decidir su historia; ¡es necesario que la persona piense! Pero algunos no piensan, se llenan la mente, no de su imaginación y sus propias meditaciones, sino que ingenuamente miran siempre a los demás, a la televisión, oyen la radio, escuchan canciones, discursos, y no piensan. Hay quien escucha para aprender, y no para discernir. Es decir, aprenden lo que el otro-otros dicen, hacen, no lo pone en duda, se deja llevar por la mente, y su voluntad está en dejar pasar todo lo que oye, escucha, ve. Y este es el éxito del mal, el que uno no decide su vida, sino que quiere la vida de los demás. Estoy convencido de que si la gente indagara el bien y el mal de todo, sería más feliz, porque la felicidad está en decidir, en ser libre; y sólo es libre quien hace el bien; porque el mal ata; el bien libera.

Dios decidió que las personas durmieran y soñaran, para obligarlas a descansar.

Dios puede ponerse en los sueños y puede dirigir, también, tu imaginación. Pero también lo puede hacer el Diablo, ¡sí!, sí, porque los sueños y la imaginación, son de este mundo, y en este mundo está, desterrado aquí, Satanás, el Diablo, como también está Dios Espíritu Santo.

Para dejarte guiar por el Espíritu Santo, tienes que estar bien despierto cuando decidas, y para decidir, tienes que tener el sentido del bien, bien alerta, apoyado por los diez mandamientos de la Ley de Dios.

¿Sufres teniendo algunos sueños? Sí, se sufre, y se les llama pesadillas; entonces, ¿se sufre en el Infierno, si uno ya está muerto y no tiene cuerpo?; sí, se sufre. Si se puede sufrir soñando, ¿no se podrá sufrir en el Infierno?, sí. Entonces es bueno que tengas miedo a sufrir por ir al Infierno, porque hoy-ahora, decides tu destino; porque la Salvación la tienes, Dios te la da, ¡Jesús murió en la Cruz por ti!; eso ya lo tienes solucionado, ya Jesús, Dios, pasó la Prueba y fue fiel y bueno y obedeció en todo a Dios. Entonces, sólo queda pendiente tu propia decisión; ¿quieres ir al Infierno y sufrir siempre?… ¿quieres ir al Cielo y vivir eternamente en el Amor de Dios?…

Tú decides. Dios ya hizo su parte, y tienes a Dios Espíritu Santo.

Decide apagar el canal de televisión que te da mal y no bien; cierra la radio y no oigas según qué canción o discurso; decide libremente lo que quieres, porque puede venir el fin del mundo, y de hecho vendrá cuando menos se espere, y lo cierto es que la muerte viene y se lleva, uno a uno, A TODOS, haya o no haya el fin del mundo.

No es para asustarte, que te digo esa verdad que tantos callan, es para que sepas, para que recuerdes y tengas presente, que en este, tu presente, tú decides tu Eternidad.

Déjate guiar por el Espíritu Santo, recíbelo en el sacramento del bautismo, en una buena confesión, y vive tu comunión con Dios Salvador, Jesús, el Cristo, para recibir de Dios Padre la fe, que puedes pedir por Jesús, y Dios te la concederá.

No hay mal que por bien no venga; no es el mal una necesidad del bien; el mal y el bien son algo real en este mundo, y tú, tú decides cómo quieres vivir, si vivir haciendo el bien, o haciendo el mal. No vale hacer un poco bien y un poco el mal, o como hacen muchos, que su voz y sus palabras son como de santos, pero sus obras, NO.

Por sus obras, conocerás tú y conoce Dios, lo que cada uno es.

P. Jesús
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