Domingo 29 de Marzo de 2.015
Evangelio:
San Marcos 15, 1-39 “¿Eres tú, el Rey de los judíos?” Mar 15:1 En cuanto amaneció celebraron consejo los príncipes de los sacerdotes con los ancianos y escribas, es decir, todo el Sanedrín; después, atando a Jesús, le llevaron y entregaron a Pilato.» Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) «Palabra del Señor» «Gloria a ti Señor Jesús» |
Meditación:
“¿Eres tú, el Rey de los judíos?” “Tú lo has dicho,” contestó Jesús, Dios, a la pregunta de Pilatos: “¿Eres tú, el Rey de los judíos?” UN REY QUE NADIE QUISO Hubo una vez en la Historia del mundo, en el año 33, en que el Amor de un Padre, Dios Padre, Creador del mundo entero, presenció desde el Cielo, la muerte de su Hijo, Dios mismo, para recuperar el orden con que Él, Dios, hizo y creó las cosas, entre ellas, al hombre, para amarlo y ser amado por Él. En el año 30, Jesús, el Hijo de Dios y la Virgen María, mujer llena de Gracia y concebida sin el pecado original, por el poder y voluntad de Dios, Ella, la Madre de Dios, libremente aceptando su destino, cuando se le dijo, por el Arcángel, que concebiría un Hijo, Hijo de Dios, por el poder del Espíritu Santo, que la cubriría con su sombra. Este hijo, de nombre “Jesús”, en el año 30, empezó a predicar a los judíos y a los gentiles, el Reino de los Cielos, el Amor del Padre, y cómo hay que hacer para salvarse, cargando sobre sí el castigo por los pecados de todos los hombres, y que los que creyesen en Él, en que es Dios Hijo, se salvarían. Los judíos no creyeron en Él, en Jesús de Nazaret, en que era más que un Profeta, ¡es el mismo Dios en persona, que vino al mundo! Estaba escrito por los profetas antiguos, que todo esto ocurriría, pero no entendían, no quisieron entender, el pueblo elegido de Dios desde el principio de los tiempos, y por esto, por la soberbia de los que se creen justos y sabios, Dios fue muerto, siendo el Rey, su Rey, Rey de los judíos. Así lo relata la historia de los hechos, escrita en los Evangelios. Las cosas cambiaron, porque RESUCITÓ, pero esta historia la contaré otro día. Hoy recordemos la MUERTE DE UN REY, QUE NADIE QUISO QUE REINARA… pero reina, y reinó, en los corazones de los creyentes… ¡Ya os contaré, ya!… Hoy recordemos a Jesús, ¡El Rey!, muerto en la Cruz por tus pecados. Sí, llora, llora. P. Jesús © copyright |