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29 de agosto de 2019

Jueves 29 de Agosto de 2.019

Tiempo Ordinario /21º – Martirio de San Juan Bautista

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Marcos 6, 17-29

«No te es lícito tener a la mujer de tu hermano»

17Porque, en efecto, Herodes había enviado a prender a Juan y le había encadenado en la prisión a causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, con la que se había casado. 18Pues decía Juan a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano. 19Y Herodías estaba enojada contra él y quería matarle, pero no podía, 20porque Herodes sentía respeto por Juan, pues sabía que era hombre justo y santo, y le amparaba, y cuando le oía estaba muy perplejo, pero le escuchaba con gusto. 21Llegado un día oportuno, cuando Herodes en su cumpleaños ofrecía un banquete a sus magnates, y a los tribunos, y a los principales de Galilea, 22entró la hija de Herodías y, danzando, gustó a Herodes y a los comensales. El rey dijo a la muchacha: Pídeme lo que quieras y te lo daré. 23Y le juró: Cualquier cosa que me pidieras, te la daré, aunque sea la mitad de mi reino. 24Saliendo ella, dijo a su madre: ¿Qué quieres que pida? Ella le contestó: La cabeza de Juan el Bautista. 25Entrando luego con presteza, hizo su petición al rey, diciendo: Quiero que al instante me des en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista. 26El rey, entristecido por su juramento y por los convidados, no quiso desairarla. 27Al instante envió el rey un verdugo, ordenándole traer la cabeza de Juan. Aquél se fue y le degolló en la cárcel, 28trayendo su cabeza en una bandeja, y se la entregó a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre. 29Sus discípulos que lo supieron, vinieron y tomaron el cadáver y lo pusieron en un monumento.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

«No te es lícito tener a la mujer de tu hermano»

No te cases, no te enamores, no te fijes siquiera en la mujer de otro; esto es robar y desear los bienes del prójimo. Es un pecado mortal. Es decir, te vas a ir al Infierno eternamente.

¡No te juegues tu felicitad terrenal y eterna por una mujer ajena!; ¡te irá mal!, ¡muy mal! Harás maldades por ella, como cortar la cabeza de un profeta. Dirás que el baile es lo más importante para ti, el baile de la seducción de los instintos, y por compensación al placer sentido, darás la mitad de tu reino y te irás al Infierno.

No, no es broma; es la Verdad del Evangelio; Jesús te da el Cielo y, sin Él, vas a ir al Infierno, si no aceptas la Verdad de la Iglesia, si no escuchas al Papa y no obedeces a tu buen Obispo.

Escucha hijo mío, hija mía, no te fíes de ti mismo, renuncia a llevar a cabo lo que te produce placer carnal y se aparta de hacer el bien y vivir lo bueno; ¡haz lo bueno!, imita en todo a Cristo. Ya sé que Dios no se casó, no fundó un hogar humano; fundó un Hogar divino con los hijos que lo aman, y lo llamamos Iglesia Universal, Católica; ¡somos cristianos!, bautizados por el Espíritu Santo, que da la caridad de hacer todas las cosas nuevas, ¡bien hechas! ¡Sé otro Cristo! por la fe, por el bautismo, y por la frecuencia en que uses de los sacramentos, y según la pureza de tu corazón.

Dios hará en ti, y contigo, obras maravillosas, sublimes, dignas de ser presentadas a Dios.

Hombre, no te es lícito tener a la mujer de tu hermano; ni a ti, mujer, te es lícito dejar al esposo, por otro que te dice que está enamorado, ¡sólo te desea!

El amor verdadero está en la pureza, porque la pureza vive en el corazón; no hay otro lugar para vivir esta condición humana, la santa pureza cristiana.

Mañana hablaré del divorcio.

P. Jesús
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