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29 de agosto de 2016

Lunes 29 de Agosto de 2.016

Evangelio:

San Marcos 6, 19.21-29

Los cónyuges malos, hacen hacer maldades

Mar 6:19 Herodías (mujer de Filipo, hermano de Herodes con quien vivía ilícitamente) estaba enojada contra Juan y quería matarle, pero no podía.
Mar 6:21 Llegado un día oportuno, cuando Herodes en su cumpleaños ofrecía un banquete a sus magnates, y a los tribunos, y a los principales de Galilea,
Mar 6:22 entró la hija de Herodías y, danzando, gustó a Herodes y a los comensales. El rey dijo a la muchacha: «Pídeme lo que quieras y te lo daré».
Mar 6:23 Y le juró: «Cualquier cosa que me pidieras, te la daré, aunque sea la mitad de mi reino».
Mar 6:24 Saliendo ella, dijo a su madre: «¿Qué quieres que pida?». Ella le contestó: «La cabeza de Juan el Bautista».
Mar 6:25 Entrando luego con presteza, hizo su petición al rey, diciendo: «Quiero que al instante me des en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista».
Mar 6:26 El rey, entristecido por su juramento y por los convidados, no quiso desairarla.
Mar 6:27 Al instante envió el rey un verdugo, ordenándole traer la cabeza de Juan. Aquél se fue y le degolló en la cárcel,
Mar 6:28 trayendo su cabeza en una bandeja, y se la entregó a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre.
Mar 6:29 Sus discípulos que lo supieron, vinieron y tomaron el cadáver y lo pusieron en un monumento.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Los cónyuges malos, hacen hacer maldades

Lo saben todos los que se casan mal, equivocándose, y compartiendo toda su vida con personas que los manipulan y los dominan, normalmente por el sexo o por dinero.

Ya sé que Herodías no era realmente la cónyuge de Herodes, sino de su hermano Filipo, pero sí que le daba sexo, como muchos cónyuges que reciben sólo esto del otro, y no tienen hijos, ni viven una vida para la santidad. Vivir una vida para la santidad, es no sólo ir a Misa y rezar, es tener obras de bondad, de misericordia, de caridad.

Herodías no tenía caridad, ni Salomé, su hija, la tuvo, siempre preguntando a su mala madre qué tenía que hacer; y eso le dijo su madre, que bailara y que, con su sensualidad, sedujera a quien la viera, y todos comprendieran que, concederle la mitad de su reino o la cabeza de Juan el Bautista, era algo normal que un rey lo concediera por bailar.

Hay madres que enseñan mal a sus hijas, pero nadie se escapa de la justicia divina, ni Salomé se escapó de ella, ni Herodías, ni Herodes.

Hay un Dios en el Cielo, que lo ve todo y escudriña los corazones, y la bondad siempre gana, siempre sale vencedora; y el Cielo está poblado de la gente buena, que por fe y con fe, no se deja manipular por nadie, ni por malas madres, o cónyuges, o necias personas. ¡LIBERTAD!

La maldad no la hacen los buenos, los que viven para vivir en el Cielo.

Esperad, hijos santos de Dios, que el Reino de los Cielos es vuestra heredad.

¡Viva la libertad de ser bueno y hacer el bien, sin escuchar a según quien!

P. Jesús

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