28 de octubre de 2019

Tienes buenos planes para hacer realidad tus buenos deseos de prosperar en la vida, de tener éxito; ¡eso está bien!, hay que trabajar, hay que hacer rendir tus talentos; todo esto es bueno, es maravilloso y te aplaudo por querer contribuir al bien común prosperando en tu negocio. Y me dicen que has decidido hacerte con unos socios, pero parece ser que piensas en el capital que aportarán, más que en su valor moral; me dicen que te has dejado influir por los títulos universitarios y que valoras a las personas sólo por eso…

Antes de asociarte, haz como Jesús, y primero busca a personas que sepan trabajar; a algunos, Dios los llamó cuando estaban junto al mar, trabajando; a San Mateo, también le hizo dejar su empleo. Y hoy leemos en las Sagradas Escrituras, que Jesús se fue toda la noche a orar, y a la mañana siguiente, de los que CONOCIA, eligió a sus doce apóstoles; y todo y así, ya sabéis lo que pasó con Judas, que cambió; estando tan cerca de Dios, se alejó más y más, hasta llegar a traicionarle.

Será maravilloso cuando Dios te nombre en el Cielo, durante la entrega de la aureola de santidad, ganada con el duro trabajo y el esfuerzo sacrificado de servir a los demás TRABAJANDO.

Quiero que trabajes, quiero que hagas tus sueños realidad, y no es malo ganar dinero, ¡es necesario!, es necesario que cubras tu sustento y ayudes a los de tu casa primero, y luego a los demás, dándoles dinero o un lugar de trabajo; pero todo buen cristiano laico tiene que trabajar en un trabajo, cobrando, y si además puede dedicarse a una labor espiritual, gratuitamente, pues Dios estará más contento, pero si no puede hacer más que ocuparse de trabajar para su sustento y el de su familia, ¡está más que bien!, porque este es su deber. Y hay que hacer rendir los talentos al cinco por cinco y no esconder la moneda. ¡Ya sabéis de qué va la Parábola!…

Quiero que ores antes de decidir con quién vas a compartir tus sueños y talentos. Y antes, debes conocer bien a las personas de entre las cuales vas a elegir con quién unirte en sociedad… Y también, antes de casarte; igual, toda sociedad que hagas en tu vida; incluso estaría bien conocer a tus vecinos, antes de decidirte a comprar algo definitivo; porque las relaciones humanas son muy importantes y decisivas para tu salud física, mental, espiritual y moral.

Sobre todo y ante todo, tú sólo haz un plan, decide lo que quieres ofrecer a Dios como fruto de tus manos, por tu labor, y no te asocies con nadie al que ya, de buenas a primeras, pueda ser un Judas en potencia; a Judas le gustaba el dinero, y quería ocuparse de la bolsa, del dinero; porque sabemos que cogía el dinero de todos, para sus cosas propias. La gente da pistas, sobre todo cuando uno, tú, cuando tú no tienes prisa, y vas primero de observador, y luego oras a Dios para que, antes de decidir, comprendas a quién servir; porque en las sociedades se sirven unos a otros, y esto es bueno; pero si tienes que servir a un usurero, nunca te va a dar dinero para tus gastos, porque dirá que no es necesario, que te hagas invitar por los demás y que así os ahorráis gastos innecesarios. Pero si tienes que hacerte invitar por otros, estás luego a su merced, es decir, les debes la invitación, y si no se la puedes devolver, llegará el día, la hora, que te van a pedir un favor y deberás corresponder, porque así son las cosas en la sociedad; y por culpa del usurero de tu socio, te vas a encontrar sin personalidad, y estarás en manos de todos, porque el capital tiene su personal forma y manera de hacerse respetar, y nadie respeta a quien pide ser invitado, y nadie puede estar mucho tiempo al lado de un usurero; al final las cuentas no cuadran y eso que se ha ahorrado tanto en gastos, por ser invitado, pero es que el usurero, pone la mano en la bolsa y roba, como hacía Judas, que antes de traicionar a Dios, primero robaba y disfrutaba del capital que las gentes entregaban para caridad.

Ora siempre antes de unirte a quien necesites, porque puede que, aunque necesites de socios, no sea muy conveniente asociarte con según quién, porque hay personas que sólo sirven para contar dinero y que trabajen otros, o sea, tú.

Es bueno trabajar, pero que cada quien trabaje, no uno sólo dé la cara, y los demás se embolsen el capital recibido por la buena fama del trabajador incansable, por ese que hace cuanto puede y más, por ese que no oró, sino que se dejó aconsejar y lo aconsejaron mal, porque hay mucho fariseo suelto, que para dar consejos utilizan la oportunidad para dar a un amigo un cargo de protegido. No, no se ha perdido nada de esto, aún sigue usándose este medio para dar buena información de alguien que robará y dará dinero al que le dio fama sin tener ninguna, sólo quizás unos títulos universitarios y nada más.

Muchos negocios no tienen éxito por culpa de la mala elección de la sociedad.

Luego todo es depresión y lamentos, porque no sé oró, se confió en alguien que decía conocer a alguien que tenía talento, y otro, poder, y otro, dinero, y otro, conocedor del tema, pero lo cierto es que no era cierto, es que todos, lo que querían era tener dinero y rápido; de esos negocios de los que hablan los ilusionistas, esos mismos que creen que ser santo es conseguible sólo yendo a Misa; pero todos sabéis la verdad, que se necesita de mucha humildad para ser un buen cristiano católico de corazón, humildad y obras de santidad; y hay tantas manos vacías y bocas llenas.

Tranquilo, si no oraste antes de asociarte y te timaron, ora ahora y Dios te librará de la pena, del dolor que produce el haberte unido con quien no debías. A Dios siempre le tendrás a tu lado, ayudándote, aún cuando los demás, TODOS, te hayan defraudado, porque Dios te Ama, y su misericordia es infinita, como lo es su poder, puede hacerte renacer en santidad y en hacer una nueva y buena sociedad; y todo el amargor de lo aprendido, te servirá para disfrutar de esta nueva versión de lo mismo, pero con personas distintas, ¡mejores!

La experiencia siempre está a tu favor, si no dejas que te hunda; que te sirva, ella, la experiencia, de balsa, a la hora de la inundación de tu negocio.

¡Adelante!, navega hermano, con la bandera blanca.