28 de diciembre de 2020

No hay motivos para matar, no hay motivos para abortar, no hay motivos para asesinar.

Si quieres contarme tu vida, tus circunstancias que dices que son las que te llevaron al aborto, ¡te escucho!, pero te digo que no había motivos para hacer lo que hiciste. Ve a confesarte, y ama la vida de ahora en adelante, la tuya y la de quien sea. ¡No abortes!

Dios es un Dios de vivos, y permite la muerte, no para que tengas una mejor vida, sino para que tú o quien sea que muera, pase a mejor vida, por la que vivió en esta vida.

“Interrumpir el embarazo” no deseado, es algo malo, muy malo, que ninguna persona puede decidirlo; sólo hay una vida, y debes respetarla, aunque no sea la tuya, porque tú no eres Dios, sólo eres una criatura suya.

Cuando Dios pase cuentas contigo, cuando te pregunte por tus talentos, créeme, el asesinato de un inocente no es ningún talento, es precisamente lo contrario, es un mal a tu expediente, que se abrirá cuando te mueras, y allí las leyes de los hombres no tienen nada que ver con la sentencia, sino que es la Ley de Dios quien rige a la hora de encaminarte al Cielo o al Infierno. Para los que abortan y no se arrepienten, no hay Purgatorio, ni Cielo; ¿qué les queda?, el Infierno.

A algunos les molesta, algunos curas incluidos, que el Infierno exista, pero es de fe. La verdad siempre es de fe.

Te pido que te arrepientas de haber abortado, te pido que te confieses y tengas presente que el Cielo te espera aun cuando hayas abortado, si te has arrepentido y has confesado tu delito en el confesonario.

Sólo Dios y la Iglesia, tienen misericordia infinita. Tú y los que han abortado, no la han tenido, por eso mataron al inocente, por molestarle su vida, por influir SÓLO durante nueve meses en el cuerpo de una mujer; y, por nueve meses, matan a uno. Es algo más que ésto, es que quien aborta a un hijo suyo, no sólo es un asesino, sino que es alguien que no sabe valorar lo que tiene, ¡vida!, y por eso interrumpe la vida de los demás, porque no vive bien, porque está ya muerto en vida, si asesina, al hacerse dios de los demás, siendo Uno sólo Dios, Jesús de Nazaret, que quiso venir al mundo y vino como un bebé, en las entrañas de la más pura y buena mujer del mundo: María, la Madre de la humanidad.

Acógete a Ella, a María, y pedid las dos, para que se acabe el aborto, para que las mujeres dejen de fornicar y se hagan respetar, respetándose a sí mismas, no por cuantos orgasmos tengan al día, sino por su piedad, por la alegría de querer ser madre, por valorar la vida. Pide, pide también unido-a a María, por los hombres, para que trabajen más, y con su trabajo sirvan a la sociedad, a los pobres, a los necesitados, a los que están abandonados, para que sean castos como san José, y si se queman, que se casen, como dijo San Pablo, pero busque a una mujer que sea un ideal de madre, la madre que ellos hubieran querido tener, y que tengan hijos con placer, el placer de tener un hogar, una mujer y unos hijos para cuidar. Para vosotros eso es poco, todos los hombres sanos estáis preparados para ser esposos y padres, si tenéis vocación al santo Matrimonio. Casaos y tened hijos, y llenad la tierra de vuestro linaje, del amor y el respeto en la caridad, que a todos debéis dar.

Que la Virgen María, en este día de dolor para los padres de los santos inocentes, os aliente con su vida, con ser Madre de Dios, a ser mejores que ayer, y todo por Amor a Dios y por la Gracia de Dios mismo que habita en Ella, en la llena de Gracia, en la Purísima Virgen María, Madre de Dios.

Aquí os dejo un enlace, para dos sitios Web, que deseo propaguéis. Muchas gracias.

www.virgendelperdon.com
www.diadelnoalaborto.com