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27 de noviembre de 2018

Martes 27 de Noviembre de 2.018

Tiempo Ordinario /34º – Ntra. Sra. de la Medalla Milagrosa

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Lucas 21, 5-11

La palabra de Jesús se cumple, ¡es Dios!

5Hablándole algunos del templo, que estaba edificado con hermosas piedras y adornado de exvotos, dijo (Jesús): 6De todo esto que veis, vendrán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea demolida. 7Le preguntaron diciendo: ¿Y cuándo sucederá y cuál es la señal de que estas cosas estén a punto de suceder?

8Él les dijo: Mirad que no os dejéis engañar, porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: <<Soy yo>> y <<El tiempo está cerca>>. No los sigáis. 9Cuando oyereis hablar de guerras y revueltas, no os aterréis; porque es preciso que sucedan estas cosas primero, pero no vendrá luego el fin. 10Entonces les decía: Se levantará nación contra nación y reino contra reino, 11habrá grandes terremotos, y en diversos lugares, hambres, pestes, espantos y grandes señales del cielo.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

La palabra de Jesús se cumple, ¡es Dios!

Cuando lees la Sagrada Biblia, cuando estudias los Evangelios, ves que lo que dice Jesús, Dios, se cumple, incluso lo increíble; porque es casi increíble, si no fuera porque Jesús es Dios, que curase a los ciegos, a los sordos, a los enfermos. Sí, ya sé que a ti te curó también, que antes no tenías fe, y era imposible que la tuvieras, por la vida que llevabas, y ahora tienes fe, tanta que no quieres saber nada de inmoralidades, ¡ni la más mínima!; sé que estás buscando las virtudes y que, aunque te cuesta aplicar algunas, lo intentas; y a veces ganas, te ganas a ti mismo y no haces el mal, no propagas la inmoralidad, cubres los cuerpos de los indecentes, no te vistes a la moda mundana, por muy famosa que sea; tú, tú eres decente, no la vistes ni la muestras a los demás, porque el cuerpo, ¡de todos!, es templo del Espíritu Santo.

¡No me sigáis la moda indigna, inmoral, lasciva!, ¡POR DIOS!

Dios tiene palabra, la cumplió, la cumple. Si tú hiciste voto de amar a Dios y servirle, ¡no sirvas a la moda! ¡EL CUERPO ES SAGRADO!

¿Qué ha cambiado de ti, si teniendo, ahora, fe, propagas la inmoralidad de la moda?

Se cumplirá toda palabra de Dios, también la que dijo: “No todo aquel que diga Señor, Señor…”

Apártate de la moda, de la inmoralidad de la moda, de seguir la moda antes que a Dios. Recuerda tu promesa, tu bautismo, eres católico, no eres mundano-a, ¿qué tiene que ver la moda contigo?

Te hablaré claro, el cuerpo puede excitar e inducir a pecar, lo quieras o no, así son las cosas en el planeta Tierra, que tiene que ser poblado y pasar de generación en generación, hasta que vuelva otra vez Jesús, Cristo, ¡Dios!, y se termine todo el protagonismo del cuerpo y se acabe la vida. Piensa en todo esto, hay otras maneras de pasar el tiempo, de ganarse la vida, si eres cristiano, ¡y lo eres porque eres un-a católico-a bautizado!; entonces, cubre los cuerpos, respeta el cuerpo humano, PORQUE ES TEMPLO DE DIOS.

No todo el que diga “Señor, Señor…”

La indecencia en el vestir, NO.

Elegancia y moralidad en el vestir y en las posturas y forma de trato con los demás, SÍ.

Dios te da la vista. ¡Ve!, y viste bien, y respeta tu cuerpo y el de los demás, sea en vivo, como en fotografía, o dibujo. No incites a nadie a pecar. Todos los buenos luchan por la moralidad, no seas tú piedra de tropiezo, que a los puros, por poco que ven, se escandalizan; los impuros pueden ver mucho y lo pueden llamar arte. La Virgen María no miraría desnudos ni posturas indecentes o picarescas. ¡Que lo sepas!

Elegancia, sí. Inmoralidad, NO.

No todo el que diga “Señor, Señor…”

P. Jesús

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