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27 de abril de 2022

Miércoles 27 de Abril de 2.022

Tiempo Pascual/2º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Juan 3, 16-21

Para que el mundo se salve por Él

(Dijo Jesús a Nicodemo) 16Porque tanto amó Dios al mundo, que le dio su unigénito Hijo, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga la vida eterna; 17pues Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para que juzgue al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él. 18El que cree en Él no es juzgado; el que no cree, ya está juzgado, porque no creyó en el nombre del unigénito Hijo de Dios. 19Y el juicio consiste en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. 20Porque todo el que obra mal, aborrece la luz, y no viene a la luz por que sus obras no sean reprendidas. 21Pero el que obra la verdad viene a la luz, para que sus obras sean manifestadas, pues están hechas en Dios.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Para que el mundo se salve por Él

La Luz es nuestra luz, y por Jesús, que es nuestra Luz, nosotros damos luz y debemos darla; si no, no habrá luz y todo serán tinieblas.

Dar luz es unirse a la Luz, y unirse a la Luz es tener y usar de los sacramentos que son la Luz del mundo.

Sólo la Iglesia Católica, Apostólica y Romana da la Luz, porque vive la Luz en Ella, es por la Luz de Cristo la luz del mundo, y el mundo, por esta luz de la Iglesia Católica, por la Luz de Dios, no está en tinieblas.

Tú eres luz, alumbra y deja que la luz se propague en el mundo, porque: ¿no oyes los sollozos de las tinieblas? No ven y tienen miedo y sufren y… necesitan de tu luz, la luz que reflejas de la Luz que vas a buscar en la Eucaristía; allí está la Luz de la Verdad, de la Resurrección, del Amor de Dios en Dios para todos nosotros, para ti.

No pretendas ser luz sin tener a Dios, porque, aunque se han inventado las pilas, no es esa la clase de luz que dura, sino la verdadera, la de la Iglesia Católica. Los que se modernizaron, los que son pilas, se agotan y se apagan, porque su fuente de energía está en una cápsula, y la Luz es Universal y para todos, ricos y pobres, den el diezmo o no lo den, porque no es cuestión de dinero sino de venderse, y nadie tiene suficiente dinero en el mundo como para comprarte a ti: hijo de Dios, heredero del Cielo. Dios pagó por ti un alto precio, para que pienses que por cuatro monedas pueden comprarte. Venderte es darte de lo que eres y cobrar en bienes raíces, es decir, a cobrar en el Cielo Eterno. Esos son los bienes duraderos, los que Dios pagó por ti en la Cruz, y te da la Resurrección por tu fe y la acción de creer, que es ir a comer de su Cuerpo y a beber de su Sangre, en el milagro de que Dios murió y se quedó en el Sagrario.

Sé luz y véndete al mejor postor, a Dios, que nadie dará tanto por ti, ¡Nadie!

¡Viva la Pascua de Resurrección!, ¡el Amor en acción! Dios se vendió, y tú y yo lo compramos, con la voluntad de ir a buscarlo en la Eucaristía, ¡y gratis!

P. Jesús

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