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26 de mayo de 2016

Jueves 26 de Mayo de 2.016

Evangelio:

San Marcos 10, 46-52

¡Deja la capa!

Mar 10:46 Llegaron a Jericó. Al salir ya de Jericó Jesús con sus discípulos y una crecida muchedumbre, el hijo de Timeo, Bartimeo, un mendigo ciego que estaba sentado junto al camino,
Mar 10:47 oyendo que era Jesús de Nazaret, comenzó a gritar y decir: «¡Hijo de David, Jesús, ten piedad de mí!»
Mar 10:48 Muchos le increpaban para que callase; pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten piedad de mí!»
Mar 10:49 Se detuvo Jesús y dijo: «Llamadle». Llamaron al ciego, diciéndole: «Ánimo, levántate, que te llama».
Mar 10:50 Él arrojó su manto y, saltando, se llegó a Jesús.
Mar 10:51 Tomando Jesús la palabra, le dijo: «¿Qué quieres que te haga?». El ciego le respondió: «Señor, que vea».
Mar 10:52 Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha salvado». Y al instante recobró la vista, y le seguía por el camino.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

¡Deja la capa!

Haz como el ciego y, ¡deja tu capa!, y ve al encuentro de Jesús…, ¡te llama!

¿Qué crees que tenía el ciego?… ¿Qué podía tener un ciego de esos tiempos?… Nada, sólo lo que llevaba puesto, y la capa; y va y tira la capa, cuando Jesús le llama para que vaya.

A ti, que llevas años y años rezándole a Jesús, llamándole a gritos, como el ciego del que nos habla el Evangelio de hoy, te lo digo francamente: estás demasiado apegado a tu capa, ¡sí!

Dios quiere darte lo que hace tantos años le pides –a gritos- en oración, pero… tú no vas; te quedas abrigado en tu capa, cuando Dios quiere darte la vista. ¡Loco!

¡Estás loco!, ciego y loco…

Con la vista, luego podrías trabajar y tener dos capas, una para ti y otra darla al necesitado. ¡Qué alegría dar al que lo necesita!…

Pero, por no dejar la capa, por no ir a Jesús que te llama, te quedas ciego, no tienes vista, y son otros los que tienen que darte dinero y toda clase de ayuda, cuando, si fueras a Jesús, Dios te daría para que dieses al que lo necesita.

¿¡Vas a ir de pobre toda tu vida!? Di…

¡Espabila!, que Cristo te llama. ¡Ve!, quiere devolverte la vista, quiere que disfrutes de la vida, pero…, pero tú no dejas la capa, y por ella pierdes la Vida Eterna.

¡Dios te Ama!

No necesitas capa si vas a su encuentro, porque con la vista que te dará Dios, en nombre de Jesús, su Hijo Cristo, no vas a pasar nunca más frío. ¡Mira cómo prosperan los que dejan que Dios Espíritu Santo encienda su inteligencia!; sólo al que está unido a Dios, le van bien las cosas para hacer el bien. ¡Aprende de tus amigos en la fe! ¡Mira!, observa, cómo trabajan los que van a ser ricos.

Porque Dios puede hacer que los buenos sean ricos, para que den, ya que los malos no dan, y hay mucha necesidad en este mundo actual. El dinero también lo utiliza Dios para aliviar a tantos que lo necesitan, y que como el que ahora tiene dinero, antes no tuvo, pero ahora, por la gracia de Dios, le ha dado bienes terrenales para ganarse muchos más espirituales. ¡Vive en gracia de Dios y prospera en tu vida!; ¡sé santo!, y los santos dan. ¡Da!, si no das, incluso lo que tienes, esta capa gastada y rota, se te quitará. Tu oportunidad es ¡ahora!, ahora que Cristo te llama. No seas sordo, además de ciego.

Deja que Dios te cure, y trabaja para compensarle de su Gracia, la gracia de salvarte. ¿Cómo vas a pagar tu deuda?… Mañana te lo diré. Tú sigue leyéndome.

P. Jesús

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