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26 de febrero de 2015

Jueves 26 de Febrero de 2.015

Evangelio:

San Mateo 7, 7-12

Pide, busca, halla los sacramentos

Mat 7:7 Dijo Jesús a sus discípulos: «Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.»
Mat 7:8 Porque quien pide recibe, quien busca halla y a quien llama se le abre.
Mat 7:9 Pues ¿quién de vosotros es el que, si su hijo le pide pan, le da una piedra,
Mat 7:10 o, si le pide un pez, le da una serpiente?
Mat 7:11 Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre, que está en los cielos, dará cosas buenas a quien se las pide!
Mat 7:12 Por eso, cuanto quisieres que os hagan a vosotros los hombres, hacédselo vosotros a ellos, porque ésta es la Ley y los Profetas.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Pide, busca, halla los sacramentos

Amigo, un abrazo.

Pide socorro a Dios, y Dios está en los sacramentos. Llénate de Dios, ¡el mejor Amigo!, y deja que tu mente conecte con tu alma, y te haga feliz tener un alma llena de paz, por tus palabras y obras conformes a la Ley de Dios.

El Señor quiere paz en el mundo. Se fue a los Cielos y bendijo a los suyos con su Paz. ¿Dónde está la Paz de Dios? La Paz de Dios está en los sacramentos.

Hazte puro, sé puro y recibe los sacramentos; ve a Misa y recibe el sacramento de la Eucaristía; se puede comulgar dos veces al día. Dos veces al día, uno puede estar en contacto directo con Dios, por diez o quince minutos que dura la acción del Pan; en este tiempo, Dios, Jesús, ¡tu Amigo!, está fuertemente unido a ti, porque ha entrado en ti por la boca y se ha unido a tu cuerpo, enlazando tu materia a lo divino; ¿no es maravilloso esto?

Dios te Ama.

Y te hablo del sacramento de la Confesión; ¡Dios!, que maravilla, que todos tus pecados sean perdonados y además recibas la consolación de Dios Espíritu Santo, por haberte confesado.

No hay paz en el mundo, la gente está muy triste por falta de amor; y Dios, ¡Dios!, está en los sacramentos, esperándote a ti, sí, a ti, y  a ti, y a todos; y la Iglesia Católica da gratis los sacramentos; te da a Dios, GRATIS. ¡Correeeee!!! ¿Cómo es que aún no has pensado en ir a confesarte, a comulgar?, ¡Dios Mío!, tienes tu felicidad al alcance de la mano, y te resistes. ¡No mires a las personas que componen la Iglesia Católica!, esos que dices que no te gustan, ¡Mira a Cristo!, ¡por Dios”!

Haz un nuevo plan en tu vida, el plan de Dios, tu salvación.

Lee los Evangelios, hazte discípulo de Cristo y únete a la belleza del cristianismo; ¡sé católico!, sé un buen católico, y no como esos que, siendo católicos, están tomando leche y aún no han pasado al alimento sólido. Hay que madurar, ¡ya basta de tomar leche!, ¡ya basta de mimos y consentimientos!, hay que madurar, hay que ser adulto en la fe, hay que ser HÉROE; y el héroe no necesita mirar lo que hacen otros, el héroe está unido a Dios mismo, a Jesús, y cumple con los designios del Padre; cumple los mandamientos, usa de los sacramentos y, con amistad sincera, ora a toda hora a Jesús, Dios, para no caer, para mantenerte en pie, para ser de los que van a estar a la derecha de Jesús, Dios, en el DÍA FINAL.

Tú puedes, si quieres. 

P. Jesús

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