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25 de septiembre de 2017

Lunes 25 de Septiembre de 2.017

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Lucas 8, 16-18

El misterio del reino debe ser conocido

Luk 8:16 Dijo Jesús a la gente: «Nadie, después de haber encendido una lámpara, la cubre con una vasija ni la pone debajo de la cama, sino que la coloca sobre el candelabro, para que los que entren vean.
Luk 8:17 Pues nada hay oculto que no haya de descubrirse ni secreto que no haya de conocerse y salir a la luz.
Luk 8:18 Mirad, pues, cómo escucháis, porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que parece tener se le quitará».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

El misterio del reino debe ser conocido

¿Cómo eres? Sí, a ti te lo digo: ¿cómo eres?, ¿a quién imitas?, ¿quién es tu ideal en la vida?; ¿das luz y esperanza de vida?, ¿o imitas hoy a uno y mañana a otro, dependiendo de qué “película” veas?

Las personas tenemos tendencia a la imitación, y tenemos una conciencia y un sentido común que, junto con la libertad, podemos imitar y obedecer, a quien damos potestad de ser nuestro rey.

¿Quién es tu rey?; ¿a quién dejas que mande en tu vida?, ¿a quién obedeces?…

¿A Dios, a Cristo, al Rey de Cielos y tierra?, ¿o a uno que ha sobresalido por el aplauso de muchos, a los que les ha impuesto su imagen, su vida, haciendo marketing de él, como si fuera un producto de consumo?

Desde luego, que no creas que te sigues a ti mismo, porque nadie puede seguirse a si mismo; quiera o no quiera, todos obedecen a alguien, todos sirven a alguien, porque es lo natural en el ser humano, ser social.

Te presento a mi Dios: Dios Padre, a quien obedezco, a quien amo y sirvo; y todo lo hago en nombre de Jesús y en el Amor de Dios, Espíritu Santo; y te propongo que hagas de mi Dios, tu Dios; del Rey, Jesucristo, tu Rey y Señor. Te sugiero que tu Dama, a quien entregar todos tus trofeos de una vida de caridad, sea la mía, la Virgen María; te invito a tratarte con tu Ángel de la Guarda, y que llenes tu día de canciones católicas, de doctrina católica y la Sagrada Biblia, y que te decidas a ser luz para los que viven en tinieblas, siguiendo una estrella, que al igual que un cometa, pasa raudo por su vida, dejando sólo una estela de luz artificial, pudiendo tener siempre presente la Luz de un Dios de Amor, que es Cristo, Nuestro Señor, y que tiene compasión a raudales para el que, como Él, quiera seguir y obedecer al Padre. Te invito a ser feliz y a hacer felices a los demás, sólo repitiendo la historia de una esclava de Dios, María Virgen; y diciendo “Sí”, te entregues por entero al Amor Verdadero. ¿Vienes?…

P. Jesús

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