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25 de julio de 2017

Martes 25 de Julio de 2.017

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Mateo 20, 20-28

Manda Señor Jesús

Mat 20:20 Entonces se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose, para pedirle algo.
Mat 20:21 Díjole Él: «¿Qué quieres?». Ella contestó: «Di que estos dos hijos míos se sienten uno a tu derecha y otro a tu izquierda en tu Reino».
Mat 20:22 Respondiendo Jesús, le dijo: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo tengo que beber?». Dijéronle: «Podemos».
Mat 20:23 Él les respondió: «Beberéis mi cáliz, pero sentarse a mi diestra o a mi siniestra no me toca a mí otorgarlo; es para aquellos para quienes está dispuesto por mi Padre».
Mat 20:24 Oyéndolo, los diez se enojaron contra los dos hermanos.
Mat 20:25 Pero Jesús, llamándolos a sí, les dijo: «Vosotros sabéis que los príncipes de las naciones las subyugan y que los grandes imperan sobre ellas.
Mat 20:26 No ha de ser así entre vosotros; al contrario, el que entre vosotros quiera llegar a ser grande, sea vuestro servidor,
Mat 20:27 y el que entre vosotros quiera ser el primero, sea vuestro esclavo,
Mat 20:28 así como el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en redención de muchos».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Manda Señor Jesús

Pedir a Dios, en el nombre de Jesús, es la manera de pedir a Dios, la manera que Dios quiere, pero es Dios Padre quien decide.

Jesús no manda, Jesús, Dios Hijo, Jesucristo, OBEDECE.

A Jesús, ve a pedirle para que pida; Él, Jesús, Dios, es el intermediario entre Dios y tú. Él, Jesús, por tu fe y en nombre de tu fe, y por las obras de tu caridad, te da esperanza, contestándote como contestó a la madre de los hijos de Zebedeo.

Escucha a Jesús, a Dios: 

Jesús: «¿Qué quieres?»

Tú: «…»

Jesús: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?»

Tú: «…»

Jesús: «Mi copa, sí la beberéis; pero sentarse a mi derecha o mi izquierda, no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre.»

Así que ya lo sabes, recibir lo que quieres, es, depende de lo que estés dispuesto a cumplir la voluntad de Dios Padre, porque todo lo bueno viene de Dios.

¡Estás avisado-a!

¿Puedes beber la copa que Dios, Jesús, bebió?

¡Confío en ti! Pide y no te quejes de nada, porque para recibir, vas a tener que dar, y en dar el bien, hay mucho sufrimiento. ¿Estás dispuesto a sufrir?

¡¡Vivaaa!! Eres de Dios.

P. Jesús

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