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25 de diciembre de 2019

Miércoles 25 de Diciembre de 2.019

Tiempo de Navidad/1º -Solemnidad de la Natividad del Señor

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Juan 1, 1-18

El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros

1Al principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios.

2Él estaba al principio en Dios.

3Todas las cosas fueron hechas por Él, y sin Él no se hizo nada de cuanto ha sido hecho.

4En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.

5La luz luce en las tinieblas, pero las tinieblas no la acogieron.

6Hubo un hombre enviado de Dios, de nombre Juan.

7Vino éste a dar testimonio de la luz, para testificar de ella y que todos creyeran por él.

8No era él la luz, sino que vino a dar testimonio de la luz.

9Era la luz verdadera que, viniendo a este mundo ilumina a todo hombre.

10Estaba en el mundo y por Él fue hecho el mundo, pero el mundo no le conoció.

11Vino a los suyos, pero los suyos no le recibieron.

12Mas a cuantos le recibieron dioles poder de venir a ser hijos de Dios, a aquellos que creen en su nombre;

13que no de la sangre, ni de la voluntad carnal, ni de la voluntad de varón, sino de Dios son nacidos.

14Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria como de Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.

15Juan da testimonio de Él, clamando: Este es de quien os dije: El que viene detrás de mí ha pasado delante de mí, porque era primero que yo.

16Pues de su plenitud recibimos todos gracia sobre gracia.

17Porque la ley fue dada por Moisés; la gracia y la verdad vino por Jesucristo.

18A Dios nadie le vio jamás; Dios unigénito, que está en el seno del Padre, ése le ha dado a conocer.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros

Tú quieres ver, quieres saber. Lo sé.

Tú necesitas Luz, necesitas a Dios para empezar una nueva vida, para sentirte distinto-a a lo mal que te sientes hoy, ahora, que volviendo la vista atrás, a un año que se va, y en espera de otro que llega, no estás satisfecho-a de todo lo que has hecho, al contrario, quieres cambiar, necesitas ser diferente, porque hoy, ahora, todo lo que has hecho en tu vida, te sabe a vacío, a nada, y no quieres empeorar las cosas, siguiendo igual un año más.

Te lo digo en serio, necesitas a Dios en tu vida, le necesitas desesperadamente, ansiosamente… ¡Estás en peligro de muerte! Y yo sé, tu salvación dónde está, está en Dios, Nuestro Señor Jesucristo, en el Amado, en el que te ama como eres, y espera que así, como eres ahora, vayas a Él, que está en la Iglesia Católica, y le dejes abrazarte y besarte, al recibirlo tú en Comunión, y antes te llenes de la alegría de su perdón, por todo este pasado que hoy te deprime y quieres dejar… Ve a la Iglesia más próxima y habla con un sacerdote, dile que deseas conocer mejor a Dios, y ve a Misa los domingos. Entra en tu Casa, en la Iglesia de Dios. Dios te espera allí, así como eres, para ayudarte a ser mejor. ¡Haz la prueba! Entrégate un año a Dios; empieza asistiendo a Misa, y lee el Evangelio.

Feliz año nuevo.

P. Jesús
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