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24 de octubre de 2016

Lunes 24 de Octubre de 2.016

Evangelio:

San Lucas 13, 10-17

Una curación en sábado

Luk 13:10 Jesús enseñaba en la sinagoga un sábado.
Luk 13:11 Había allí una mujer que tenía un espíritu de enfermedad hacía dieciocho años, y estaba encorvada y no podía en modo alguno enderezarse.
Luk 13:12 Viéndola Jesús, la llamó y le dijo: «Mujer, estás curada de tu enfermedad».
Luk 13:13 Le impuso las manos y al instante se enderezó, y glorificaba a Dios.
Luk 13:14 Interviniendo el jefe de la sinagoga, lleno de ira porque Jesús había curado en sábado, decía a la muchedumbre: «Hay seis días en los cuales se puede trabajar; en ésos venid y curad, y no en día de sábado».
Luk 13:15 Respondióle el Señor y dijo: «Hipócritas, ¿cualquiera de vosotros no suelta del pesebre su buey o su asno en sábado y lo lleva a beber?
Luk 13:16 Pues esta hija de Abraham, a quien Satanás tenía ligada dieciocho años ha, ¿no debía ser soltada de su atadura en día de sábado?».
Luk 13:17 Y diciendo esto, quedaban confundidos todos sus adversarios, y toda la muchedumbre se alegraba de las obras prodigiosas que hacía.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Una curación en sábado

Los hipócritas son todos los que conociendo el bien y creyéndose buenos, no lo hacen.

Tú, tú tienes algunas palabras y obras pendientes de hacer, pero te resistes por orgullo, por soberbia, por vanidad, por no tener las ideas claras y creer que vas a vivir para siempre, que vas a tener oportunidades, más adelante, de pedir perdón, de perdonar. Pero no eres capaz de curar el corazón herido, de alguien que te ama, y que tú, aún amándole, “respetas el sábado”; no haces el bien, pudiendo hacerlo, sabiendo hacerlo; pero sin querer hacerlo, no lo haces, y pasa el tiempo, y puedes morir hoy, o un sábado, y estarás sólo-a, mientras todos lo que te amaron, no pueden acercarse a ti, porque no sabes, no quieres curarlos con darles tu mano, con estrecharte entre sus brazos. Y pasan los días, y… ¿quién dice que no se puede morir a los treinta años?

Cura en sábado, y en lunes y martes, y en domingo; cura siempre con el amor, con la caridad, que viene de tener tu alma en paz.

Acuérdate de curar en sábado, cuando nadie lo espera y pocos lo quieren. Sólo eres grande y bueno, cuando amas y te arrepientes de todo lo malo que has hecho.

Cúrate en sábado; cuando pienses que no se puede, pide a Dios te dé la gracia de   sanar tu alma del dolor, del que te han hecho y del que has causado.

Hoy es un buen día para reparar tus pecados. ¡Cúrate en sábado!

P. Jesús

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