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24 de noviembre de 2019

Domingo 24 de Noviembre de 2.019

Tiempo Ordinario /34º -Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Lucas 23, 35-43

El pueblo miraba, y los príncipes se burlaban de Dios

35El pueblo estaba allí mirando, y los príncipes mismos se burlaban (de Jesús), diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo si es el Mesías de Dios, el Elegido. 36Y le escarnecían también los soldados, que se acercaban a Él ofreciéndole vinagre 37y diciendo: Si eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo. 38Había también una inscripción sobre Él: <<Este es el Rey de los judíos>>.

39Uno de los malhechores crucificados le insultaba, diciendo: ¿No eres tú el Mesías? Sálvate, pues, a ti mismo y a nosotros. 40Pero el otro, tomando la palabra, le reprendía, diciendo: ¿Ni tú, que estás sufriendo el mismo suplicio, temes a Dios? 41En nosotros se cumple la justicia, pues recibimos el digno castigo de nuestras obras; pero éste nada malo ha hecho. 42Y decía: Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino. 43Él le dijo: En verdad te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

El pueblo miraba, y los príncipes se burlaban de Dios

El pueblo sigue mirando; esperemos, deseamos que los príncipes no se burlen de Dios. Son otros tiempos; ¿son otros tiempos?, ¿han cambiado los corazones?; ¿se burlarán los príncipes, los que mandan los pueblos, de Dios?…

Hay tantas cosas que no dependen de ti, ¿o sí?, porque si tú eres del pueblo, y miras cómo hablan calumnias de Jesús, Dios, y miras, sólo miras, entonces, si fuere así, podríamos pensar que sí, que los príncipes también siguen igual, burlándose de Dios.

El pueblo, tú, tienes que dejar sólo de mirar, tienes que AMAR a Dios, a Jesús, tienes que dejarle que te ame, sí, así, como vencido, humillado ante Pilatos, y lleno de llagas y cicatrices; ahora, mientras pasa la historia, que ya sabemos, sabemos que lo van a crucificar, y, ¿y tú, pueblo, seguirás SÓLO mirando?, ¿nadie lo defenderá, a Dios, a Jesús?; ¿tú?… ¡tú!, ¡bendito seas, hijo-a de Dios!, dices que tú te estás implicando con tu fe, que no sólo lees el Evangelio, sino que lo practicas, que das de beber al sediento, que ¡DAS BUEN EJEMPLO!, dices, y me lo dices con tanta humildad; dices, que con la ayuda de Dios, con el vivir en su Gracia Santificante, tú intentas y vives, el EVANGELIO de la FE. ¡Bendito-a seas, PUEBLO-IGLESIA!

Como sacerdote que soy, os doy la bendición de parte de Dios Padre y Dios Hijo, y Dios Espíritu Santo, a todos los que SON IGLESIA.

Gracias.

P. Jesús
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