Domingo 24 de Julio de 2.016
Evangelio:
San Lucas 11, 1-13 ¡Oremos, hermanos, amigos! Luk 11:1 Acaeció que, hallándose Jesús orando en cierto lugar, así que acabó, le dijo uno de los discípulos: «Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñaba a sus discípulos». Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) «Palabra del Señor» «Gloria a ti Señor Jesús» |
Meditación:
¡Oremos, hermanos, amigos! El Padre nos escucha y atiende nuestra oración; y si oramos juntos, allí donde hay dos o más, Dios Espíritu Santo derramará con más abundancia su piedad, porque uno a otro se consolarán. El consuelo es cosa de Dios y de las almas de Dios, ¡tú! Consuela al hermano, ayuda al que se siente vencido, y apoya con tu oración a todos, a los buenos y a los malos, porque ¿quién no necesita de oración?… Que nadie sufra por la necesidad de que alguien ore por él al Padre, porque es de caridad, orar. P. Jesús © copyright |