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24 de febrero de 2015

Martes 24 de Febrero de 2.015

Evangelio:

San Mateo 6, 7-15

No seas hablador al orar

Mat 6:7 Dijo Jesús a sus discípulos: «Orando, no seáis habladores como los gentiles, que piensan ser escuchados por su mucho hablar.
Mat 6:8 No os asemejéis, pues, a ellos, porque vuestro Padre conoce las cosas de que tenéis necesidad antes que se las pidáis.
Mat 6:9 Así, pues, habéis de orar vosotros: Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre,
Mat 6:10 venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, como en el cielo, así en la tierra.
Mat 6:11 El pan nuestro de cada día dánosle hoy,
Mat 6:12 y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores,
Mat 6:13 y no nos pongas en tentación, mas líbranos del mal.
Mat 6:14 Porque, si vosotros perdonáis a otros sus faltas, también os perdonará a vosotros vuestro Padre celestial.
Mat 6:15 Pero, si no perdonáis a los hombres las faltas suyas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestros pecados».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

No seas hablador al orar

Dios quiere que pidas, no necesita que hagas oratoria para pedir, ¡Él sabe de lo que necesitas!; sabe la verdad de tu corazón, la verdad de tu sufrimiento, y no necesita nada más que tu petición para darte lo que pides y necesitas; ¡Dios es un Dios de Amor!, de verdad te lo digo y claramente: Dios te Ama, sí, a ti, ¡a ti!

Amigo, amigo mío, confía en Aquel que es Bueno, que siempre hace el Bien, que te Ama y te espera, y te quiere en el Cielo.

Dios sabe que para vivir, necesitas cosas materiales, y si no las tienes, si las necesitas, si te faltan, ¡por favor!, por favor, amigo mío, pídeselas, y sin oratoria, con tu corazón sufriente y deseoso de su ayuda; y Él, Dios, lo ve todo, lo comprende todo. Por favor, amigo, ¡acude a Dios! Y Él, hará, incluso hace, tantas veces, que te venga ayuda de quien menos lo esperas. Lo importante es que confíes en Dios; Él, Dios, ayuda a todos, A TODOS.

Amigo, amigo mío, Dios ayuda a todos, pero ¿cuántos aman a Dios?, ¿cuántos ayudan a Dios?… Me gustaría tanto, tanto, que tú fueras de los que valoran el vivir en Gracia de Dios, que viven sin querer hacer daño a nadie, llevando a todos la alegría de un corazón humilde, de ser un siervo de Dios, que lo espera todo de su amo, toda la ayuda, todas las bendiciones, y no se humilla ante los hombres, pero es humilde siempre.

Dios valora a los que le aman. A ti. Gracias.

P. Jesús

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