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24 de enero de 2019

Jueves 24 de Enero de 2.019

Tiempo Ordinario /2º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Marcos 3, 7-12

Retírate

7Se retiró Jesús con sus discípulos hacia el mar, y una numerosa muchedumbre de Galilea, de Judea, 8de Jerusalén, de Idumea, de Transjordania y de los alrededores de Tiro y de Sidón, una muchedumbre grande, oyendo lo que hacía, acudía a Él. 9Dijo a sus discípulos que le preparasen una barca, a causa de la muchedumbre, para que ésta no le oprimiese, 10pues curaba a muchos, y cuantos padecían algún mal se echaban sobre Él para tocarle. 11Los espíritus impuros, al verle, se arrojaban ante Él y gritaban, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. 12Él, insistentemente, les reprendía para que no le diesen a conocer.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Retírate

Aléjate de los que pecan a conciencia. Claro que siempre, el pecado es pecado, si se comete a conciencia.

Hay un lugar para los santos, y está en este planeta.

Hay personas buenas y piadosas que tienen, por sus obras, la construcción de un santuario en su hogar. Otras, maldicientes, criticonas, quejosas, aburridas, dadas al dinero por el dinero, esas tienen una vida, que es una dicha que te hayan desterrado de su vida, de su lado, porque vivir con ellas, es sufrir de infartos mentales a cada rato, porque te hacen entrar en coma, cada vez que blasfeman, cada vez que te regañan, porque es su costumbre; una costumbre extraña, pero que se dan a ella, como algo habitual; no saben vivir en paz. Han hecho de su vida, más que un melodrama, una imitación de telenovela barata, con gritos, sabotajes mentales y… y toda una serie de incongruencias, que si aún no te has vuelto loco en tales trances, es que la Gracia de Dios te sostiene; porque vivir con gente así, o los imitas, o te retiras.

Si quieres acabar imitándolos, sólo tienes que seguir soportándolos, y acabarás como ellos, porque así es cómo los buenos dejan de serlo.

El que se retira a tiempo de los malos hábitos de vida, halla o crea, con sus propias fuerzas y compartiendo con los demás, un mundo nuevo, un lugar mejor, donde Dios y él-ella hacen una sociedad tal, que todos los que lo ven dicen: “éste vive bien!, y reciben lo mejor de él-ella. Amén.

P. Jesús

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