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24 de diciembre de 2020

Jueves 24 de Diciembre de 2.020

Tiempo de Adviento/4º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Lucas 1, 67-79

Profeta del Altísimo

67Zacarías, su padre (de Juan), se llenó del Espíritu Santo y profetizó diciendo:

68Bendito el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo, 69y suscitó en favor nuestro un poder salvador en la casa de David, su siervo, 70como había prometido por la boca de sus santos profetas desde antiguo, 71salvándonos de nuestros enemigos y del poder de todos los que nos aborrecen, 72para hacer misericordia con nuestros padres y acordarse de su alianza santa, 73el juramento que juró a Abraham, nuestro padre, darnos; 74para que, sin temor, libres del poder de los enemigos, le sirvamos 75en santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días. 76Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo, pues tú irás delante del Señor para preparar sus caminos, 77para dar a conocer la salvación a su pueblo, con la remisión de sus pecados; 78por las entrañas misericordiosas de nuestro Dios, en las que nos visitará el (astro) que surge de lo alto, 79para iluminar a los que están sentados en tinieblas y sombras de muerte, para enderezar nuestros pies por el camino de la paz.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Profeta del Altísimo

¿Tienes enemigos? ¿Alguien te odia?…

Dios ha venido al mundo para salvarte del enemigo y protegerte del odio. Todo ello desaparece con el amor, la aceptación de la cruz y rezar para el bien común, porque a todos nos es común que nos odien, que tengamos enemigos. No tendría que ser así, pero ya Dios, Jesús, nos avisó de que quien creyera en Él y le siguiera, recibiría del mundo, odio y enemistad.

Hoy, que, en pocas horas, recordaremos el nacimiento del Mesías, de nuestro Rey y Señor, de Jesús de Nazaret, el carpintero, el más que profeta, el Hijo de Dios, te voy a pedir un favor, y me gustaría que me lo tuvieras en cuenta, que meditaras mi petición que deseo me regales esta Navidad: no odies tú a nadie, no seas tú enemigo de nadie; tú, sé bueno, hoy y siempre, y ve a confesarte para recibir a Jesús en cuerpo y alma, verdaderamente presentes, mañana, el día de Navidad.

Yo también voy a hacerte un regalo, quiero hacértelo, mi querido amigo-a, porque me es grato prometerte que seré el eterno sacerdote fiel a Dios Padre, y, aunque me odien y tenga enemigos por ser hijo de Dios, te enseñaré a amar a todos para que puedas dar amor en vez de odio, en vez de enemistad. Te quiero enseñar a ser feliz en este mundo, teniendo una vocación que te lleve a la santidad, y efectuando una misión en la que necesitarás de todo el amor y apoyo de Dios, y para no sentirte solo-a, le pediré a nuestra Madre, la Virgen María, que vele por ti, de noche y día, y si aceptas mi humilde regalo, porque no es nada material, sientas en tu corazón la dicha de la fe en esta Navidad. Amén.

P. Jesús

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