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24 de agosto de 2017

Jueves 24 de Agosto de 2.017

 Evangelio:

San Juan 1, 45-51

He encontrado a Dios, se llama Jesús

Joh 1:45 Encontró Felipe a Natanael y le dijo: «Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la Ley y los Profetas, a Jesús, hijo de José de Nazaret».
Joh 1:46 Díjole Natanael: «¿De Nazaret puede salir algo bueno?». Díjole Felipe:
«Ven y verás».
Joh 1:47 Vio Jesús a Natanael, que venía hacia Él, y dijo de él: «He aquí un verdadero israelita, en quien no hay dolo».
Joh 1:48 Díjole Natanael: «¿De dónde me conoces?». Contestó Jesús y le dijo: «Antes que Felipe te llamase, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».
Joh 1:49 Natanael le contestó: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
Joh 1:50 Contestó Jesús y le dijo: «¿Porque te he dicho que te vi debajo de la higuera crees? Cosas mayores has de ver».
Joh 1:51 Y añadió: «En verdad, en verdad os digo que veréis abrirse el cielo y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del hombre».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

He encontrado a Dios, se llama Jesús

Ve, anúncialo con las obras de tu fe; que digan todas ellas, que has encontrado a Dios, que se llama Jesús.

No tengas miedo de vivir tu fe, ¡vívela con alegría!

Ama lo que tienes, cuídalo y presérvate de todo mal; y verás cómo tu casa prosperará; tu cónyuge te valorará por la paz y la paciencia de tu caridad.

Sonríe, mientras esperas la ayuda de Dios en estos problemas de hoy.

Solucionados éstos, o mientras se solucionen, tendrás otros, y así está y estará plagada tu vida, de múltiples aventuras, que pondrán en acción tu ingenio y voluntad para ser mejor, para hacer las cosas bien, para reaccionar con humildad y, con sabiduría, esperar en Aquel que no te abandona jamás, ¡jamás!

Sí, tú, como los apóstoles, vé al justo, y dile que has encontrado a Dios, que se llama Jesús, y que contigo lleva tu cruz; ¡que no estás solo!, y que nunca más lo estarás, porque Dios lo llena todo con su Luz, con la Verdad que te da esperanza y confianza, y paciencia para soportar con resignación, toda mortificación.

Sufrir, es algo normal y natural. Si aceptas esta verdad, tendrás paz, te prepararás para aceptar los sufrimientos, y a la vez, no sólo tendrás resignación, sino que además, la Gracia de Dios, te dará Luz para ir solucionando tus problemas, porque Dios Espíritu Santo vive con el que ama a Jesús, con el que pide a Dios.

Pide, y verás solucionar todos tus problemas, los de hoy y los que llegarán, porque es inevitable tener problemas, lo evitable es solucionarlos solo.

La acción de Dios Espíritu Santo, es real; Él, te da claridad, clarividencia, una solución a tus problemas; pero hay que vivir en Gracia de Dios.

P. Jesús

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