Saltar al contenido

24 de agosto de 2016

Miércoles 24 de Agosto de 2.016

Evangelio:

San Juan 1, 45-51

Natanael el israelita

Joh 1:45 Encontró Felipe a Natanael y le dijo: «Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la Ley y los Profetas, a Jesús, hijo de José de Nazaret».
Joh 1:46 Díjole Natanael: «¿De Nazaret puede salir algo bueno?». Díjole Felipe: «Ven y verás».
Joh 1:47 Vio Jesús a Natanael, que venía hacia Él, y dijo de él: «He aquí un verdadero israelita, en quien no hay dolo».
Joh 1:48 Díjole Natanael: «¿De dónde me conoces?» Contestó Jesús y le dijo: «Antes que Felipe te llamase, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».
Joh 1:49 Natanael le contestó: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
Joh 1:50 Contestó Jesús y le dijo: «¿Porque te he dicho que te vi debajo de la higuera crees? Cosas mayores has de ver».
Joh 1:51 Y añadió: «En verdad, en verdad os digo que veréis abrirse el cielo y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del hombre».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Natanael el israelita

Algunos piensan igual que Natanael, pero en versión actual: “¿Puede salir algo bueno de los católicos esos que tienen tanto dinero y riquezas y poder?” Y además, incluso lo dicen bautizados, católicos, como tú y como yo.

Eso parece mala política, que uno se cambia de camisa, según las condiciones personales.

¡Pues no!

Tú eres católico y lo serás mientras vivas, aunque vayas y firmes que no quieres seguir siéndolo. Pues no, sigues siéndolo, porque el bautismo no tiene  nada que ver con cosas humanas, con firmas o documentos. Se es católico, de por vida. Y ¡menos mal!, porque gracias a serlo, tienes unas gracias divinas que te son dadas en el  bautismo.

Dice el Catecismo de la Iglesia Católica, sobre el sacramento del Bautismo:

EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO
1213 El santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu («vitae spiritualis ianua») y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión (cf Cc. de Florencia: DS 1314;  CIC, can 204,1;  849; CCEO 675,1): «Baptismus est sacramentum regenerationis per aquam in verbo» («El bautismo es el sacramento del nuevo nacimiento por el agua y la palabra», Cath. R. 2,2,5).

Hijo, hija de Dios, por el bautismo, no tienes que pagar por el pecado. Sí eso he dicho, y no precisamente por tus pecados, sino, por el Pecado. No, no son historias, eso de la desobediencia de Adán y Eva; mira dónde estamos, en un mundo imperfecto, sufriendo y llorando en este Valle de lágrimas. ¿Tú crees que Dios nos habría destinado a una vida así, sin habérnoslo merecido? Si piensas que sí, te diré, ¡qué poco conoces a Dios! Dios no puede ser malo, Dios no es malo; entonces, ¿por qué vivimos en estas pésimas condiciones humanas? Por el pecado de nuestros primeros padres. Por el Santo Sacramento del Bautismo, nos libramos del lastre, pero claro, no es para esta tierra, que de por sí está en pecado, sentenciada por el mismo pecado, sino que el Bautismo es la garantía del pasaje a la Nueva Tierra. Sin el Bautismo, no pasas, aunque hay el bautismo de deseo, pero hoy, ahora, te hablo del Bautismo como sacramento.

¡Vende todo lo que tengas y compra el campo! Que traducido a la santidad, es: olvídate de lo humano y bautízate, ¡bautiza a tus hijos!; dales el boleto a la Vida Eterna. Por el hecho de ser bautizado, Dios Espíritu Santo puede enseñarte su Amor y darte el Amor de Dios.

Y si te preguntan, ¿puede salir algo bueno de los católicos? Dile, diles que tenemos a Dios mismo, que tenemos a Cristo vivo, cada día de nuestra vida, por los Santos Sacramentos.

Olvidaos de los libros de autoayuda, y leed el Evangelio. Propaga el Evangelio, y que todos se enteren de que sí, de que hay algo bueno en la Iglesia Católica: Dios mismo, Jesucristo, Dios Espíritu Santo, Dios Padre; Dios Uno y Trino.

¡Propaga el Evangelio! Los católicos somos el Pueblo elegido.  ¡Dilo!

P. Jesús

© copyright