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24 de abril de 2015

Viernes 24 de Abril de 2.015

Evangelio:

San Juan 6, 52-59

Unidos a Dios por la Comunión

Joh 6:52 Disputaban entre sí los judíos diciendo: ¿Cómo puede éste darnos de comer de su carne?
Joh 6:53 Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo que, si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros.
Joh 6:54 El que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna, y yo le resucitaré el último día.
Joh 6:55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
Joh 6:56 El que come mi carne y bebe mi sangre está en mí y yo en él.
Joh 6:57 Así como me envió mi Padre vivo, y vivo yo por mi Padre, así también el que me come vivirá por mí.
Joh 6:58 Este es el pan bajado del cielo, no como el pan que comieron los padres, y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.»
Joh 6:59 Esto lo dijo enseñando en sinagoga en Cafarnaúm.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Unidos a Dios por la Comunión

Volvamos a leer lo que hemos leído en el Evangelio de hoy.

Joh 6:53 Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo que, si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros.
Joh 6:54 El que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna, y yo le resucitaré el último día.

Hay que alimentarse de Dios, del sacramento de la Eucaristía, hay que ir a Comulgar y sin PECADO MORTAL, esto es vital amigo-a, de verdad te lo digo: no peques, por favor, por favor, lucha contra el pecado, vete del círculo del pecador corrupto, este que no quiere cambiar, aunque diga que sí, pero es no. Ni por amor te quedes al lado del pecador corrupto, ¡ni por amor! Ni Dios lo hace. Dios que ama a todos, si uno que quiere estar con Él, con Dios, en la Comunión, antes no se arrepiente de sus pecados y no tiene propósito firme de no volverlos a cometer, si no va a confesarse ante un sacerdote católico, entonces, no se une con Dios aunque vaya a comulgar, porque Dios no puede estar con el pecado, con el pecador que no quiere confesarse o se confiesa mal. Esto es muy serio, amigo-a, muy serio, porque a Dios no se le engaña; Dios sabe lo que tienes dentro de ti, sabe realmente quién eres. Dios puede y quiere ayudarte, pero tú, tú, tienes que desear no pecar, tienes que desear vivir cumpliendo los diez mandamientos de la Ley de Dios, porque la Alianza de Dios con los hombres también se basa en esto, en el cumplimiento de la Ley de Dios.

Amigo-a, medita todo esto, relee el Evangelio de hoy y decide preferir a Dios y tu salvación, que el pecado y los corruptos, aunque sean personas que ames, aunque sean de tu familia. ¡Vela por tu vida!

P. Jesús

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