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23 de noviembre de 2024

Sábado 23 de Noviembre de 2.024

Tiempo Ordinario 33º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Lucas 20, 27-40

La resurrección de los muertos

27Se acercaron algunos saduceos, que niegan la resurrección, y le preguntaron (a Jesús) 28diciendo: Maestro, Moisés nos ha prescrito que, si el hermano de uno viniere a morir con mujer, pero sin hijos, su hermano tome la mujer para dar descendencia a su hermano. 29Pues había siete hermanos, y el primero tomó mujer y murió sin dejar hijos. 30También el segundo 31y el tercero tomaron la mujer, e igualmente los siete, y no dejaron hijos y murieron. 32Por fin, murió también la mujer. 33En la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete la tuvieron por mujer. 34Díjoles Jesús: Los hijos de este siglo toman mujeres y maridos. 35Pero los juzgados dignos de tener parte en aquel siglo y en la resurrección de los muertos, ni tomarán mujeres ni maridos, 36porque ya no pueden morir y son semejantes a los ángeles e hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección. 37Pues que han de resucitar los muertos, el mismo Moisés lo da a entender en el pasaje de la zarza, cuando dice: <<El Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob>>.38Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, porque para Él todos viven. 39Tomaron entonces la palabra algunos escribas y dijeron: Maestro, muy bien has dicho. 40Porque ya no se atrevían a proponerle ninguna cuestión.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

La resurrección de los muertos

El hombre y la mujer son personas, y las personas se dividen en hombre y en mujer, y eso es solamente para procrear y seguir la especie.

Ese “ideal” unisex, de un sólo sexo, es para fornicar con el mismo sexo y con el sexo contrario, porque no existe un sólo sexo, existe la mujer o el varón. No os deis al engaño y no os dejéis engañar, sólo habrá unidad de sexos en el Cielo, donde nadie se dará en casamiento porque, con el cuerpo glorioso, no hará falta procrear, ya que se procrea en la tierra, y en el Cielo es para vivir, pasada la prueba de la vida terrena, para toda una eternidad.

P. Jesús
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