Saltar al contenido

23 de junio de 2018

Sábado 23 de Junio de 2.018

Tiempo Ordinario /11º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Mateo 6, 24-34

Nadie puede servir a dos señores

(Dijo Jesús a sus discípulos): 24Nadie puede servir a dos señores, pues o bien, aborreciendo al uno, amará al otro, o bien adhiriéndose al uno, menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

25Por esto os digo: No os inquietéis por vuestra vida, por lo que habéis de comer o de beber, ni por vuestro cuerpo, por lo que habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido? 26Mirad cómo las aves del cielo no siembran, ni siegan, ni encierran en graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas? 27¿Quién de vosotros con sus preocupaciones puede añadir a su estatura un solo codo? 28Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Aprended de los lirios del campo cómo crecen; no se fatigan ni hilan. 29Pues yo os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos. 30Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana es arrojada al fuego, Dios así la viste, ¿no hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe? 31No os preocupéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, qué beberemos o qué vestiremos? 32Los gentiles se afanan por todo eso; pero bien sabe vuestro Padre celestial que de todo eso tenéis necesidad. 33Buscad, pues, primero el reino y su justicia, y todo eso se os dará por añadidura. 34No os inquietéis, pues, por el mañana; porque el día de mañana ya tendrá sus propias inquietudes; bástale a cada día su afán.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Nadie puede servir a dos señores

Tu deber es trabajar, tienes que ser útil y servir a los demás, eso pidió Cristo, que se arrodille uno y sirva a los demás, por amor. Y ¿qué haces? Quejarte y enfadarte y esperar que te sirvan a ti, porque no sabes hacer rendir tus talentos. Si sirves al dinero en vez de trabajar, quieres vivir sin trabajar, eso sí empero, tener dinero sí. ¿Y crees que esto es justo, el que tú por lo poco que trabajes, ganes mucho, mientras otros mueren de hambre en el tercer mundo? No es justo que tú trabajes poco y cobres mucho, mientras a otros les falta el trabajo. Se sirve también al dinero, cuando uno abusa de sus talentos poniéndose un sueldo más elevado por ellos y sin casi usarlos, es más, muchos, dedicados a otra labor que no es de su gusto, pero todo para servir al señor dinero.

No pensábais que el P. Jesús, o sea yo, os dijera esto. Lo sé. Es más, te diré que tienes del deber de buscar tu vocación laboral en la vida social, y hacer rendir tus talentos y, con ellos, servir al mundo entero. Y no me salgas con esas de que nadie sería, por ejemplo basurero. Pues, mientras haga bien su trabajo, para Dios es bueno, y digna la labor como un doctor. Y te preguntas si alguien ha nacido para basurero; pues sí, porque no todos llegan a doctores, sino que antes tienen que pasar los sinsabores de pagar sus estudios con un trabajo honrado, y ¿por qué no limpiando las calles?, ¿qué mal hay en ello? Jesús, después de multiplicar los panes y los peces, mandó a SUS APOSTOLES a recoger las sobras; ¿no es eso lo que muchos tiran a la basura, las sobras de comida? Entonces, los apóstoles hicieron de basureros a petición de Dios, de Jesús. Dios dio el milagro de la multiplicación de panes y peces, y hubo abundancia, tanta, que sobró alimento, y Dios mandó recogerlo y no despreciar las sobras ni perder el alimento entre las hierbas y el suelo, sino que hay que comer lo justo y guardar las sobras para mañana. ¿Haces tú esto? Entonces no haces lo que Dios pidió.

La alegría está en que te sobre y, sobrándote, lo recojas y lo guardes para comer mañana y pasado, hasta que se acabe; ¡no tires nada!

Y ahora no me vengas con que el Papa y los obispos comen de lujo. Ellos, como tú, deben de imitar a Cristo y seguir sus enseñanzas. De esto va el evangelio, de recoger basura si hace falta.

El trabajo bien hecho, es lo que hace santo al hombre pecador, y todos son iguales delante de Dios.

Alegría de tener pan en la mesa y no tirar nada. Dios te bendiga. Come y guarda para mañana.

El dinero llama al dinero, y el trabajo lleva a Dios. ¿A cuál señor sirves tú?, porque, o bien amarás a uno y despreciarás al otro. Ama el trabajo y sirve con él a todos, para el bien de tu fe, de tu casa, de tu esperanza, el Cielo, por el perdón de tus pecados. ¿Que pecas?, lo sé. Ni uno es bueno. Tú tampoco. Venga, ¡un abrazo!, porque hoy las verdades te han dolido, y no quiero que sufras en vano, porque Dios te ama, ¡tanto!

P. Jesús

© copyright