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23 de enero de 2019

Miércoles 23 de Enero de 2.019

Tiempo Ordinario /2º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Marcos 3, 1-6

Dios restituye lo que se ha secado de ti

1Entró (Jesús) de nuevo en la sinagoga, donde había un hombre con una mano seca, 2y le observaban a ver si le curaba en sábado, para poder acusarle. 3Y dice al hombre de la mano seca: Levántate y sal al medio. 4Y les dice: ¿Es lícito en sábado hacer bien o mal, salvar una vida o matarla? Y ellos callaban. 5Y dirigiéndoles una mirada airada, entristecido por la dureza de su corazón, dice al hombre: Extiende tu mano. La extendió y fuele restituida la mano. 6Saliendo los fariseos luego se concertaron con los herodianos contra Él para perderle.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Dios restituye lo que se ha secado de ti

El paso del tiempo, las desgracias, los pesares, toda una serie de acontecimientos negativos que has vivido, te han secado, no la mano, como al necesitado que Dios, Jesús, curó en sábado, sino el corazón; tienes el corazón arrugado por el dolor que te acongoja, y llevas el corazón en un puño, para que no te lo roben del todo y lo acaben de pisotear, esos que tanto daño te han hecho y quieren seguir haciéndolo.

Tú necesitas dinero, y tú necesitas amor, y tú, salud… otro necesita compañía, y todos necesitáis a Dios.

¿Dónde vive Dios?… Fácil, además de vivir en la Iglesia, en el Sagrario, donde está a cubierto la Sagrada Forma Consagrada, Dios vive en ése que vive por Dios. ¿Ves qué fácil es encontrarle?

Una vez sabido dónde está Dios, puedes ir a encontrarle, a buscarle, y compartir con Él tu vida, para que, en ese lugar de dicha, de Gracia, tu corazón puedas restituirlo, ponerlo en su lugar, porque tenerlo en un puño, ése no es su lugar, sino que tiene que palpitar dentro de tu pecho, libre de la opresión del miedo, gozando del espacio necesario para desarrugarse, para volver a vivir en salud, en la salud de ser amado, de sentirse amado y amar, sin miedo a ser manipulado, a ser repudiado, a ser controlado, dominado y dañado.

Pon tu corazón a buen recaudo, allí donde está Dios.

¿Quién mejor que Dios para cuidarte?

Dios hace que los buenos cuiden de los necesitados, porque dejó dicho lo siguiente, antes de partir subiendo al Cielo; dijo: “Amaos unos a los otros como Yo os he Amado”.

La pista que buscabas y necesitas, es ésta, el saber que allí donde están dos que aman a Dios y rezan, Dios está en medio de ellos. Pues imagínate si hay más; ¡cuántos más vivan la verdadera caridad, que es amor ágape, mejor!

Ya sabes dónde está tu lugar, allí donde tu corazón pueda recuperarse en paz.

P. Jesús

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