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22 de diciembre de 2016

Jueves 22 de Diciembre de 2.016

Evangelio:

San Lucas 1, 46-56

“Proclama mi alma la grandeza del Señor”

Luk 1:46 Dijo María: «Mi alma magnifica al Señor
Luk 1:47 y exulta de júbilo mi espíritu en Dios, mi Salvador,
Luk 1:48 porque ha mirado la humildad de su sierva; por eso todas las generaciones me llamarán bienaventurada,
Luk 1:49 porque ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso, cuyo nombre es santo.
Luk 1:50 Su misericordia se derrama de generación en generación sobre los que le temen.
Luk 1:51 Desplegó el poder de su brazo, y dispersó a los que se engríen con los pensamientos de su corazón.
Luk 1:52 Derribó a los potentados de sus tronos y ensalzó a los humildes.
Luk 1:53 A los hambrientos los llenó de bienes, y a los ricos los despidió vacíos.
Luk 1:54 Acogió a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia.
Luk 1:55 Según lo que había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia para siempre».
Luk 1:56 María permaneció con Isabel como unos tres meses, y se volvió a su casa.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

“Proclama mi alma la grandeza del Señor”

Alaba a Dios.

Adora a Dios.

Haz como la Virgen María, y reza; dile a Dios cuán maravilloso es Él, cuántas maravillas ha hecho contigo.

Medita esta Navidad, todas las cosas buenas que Dios ha hecho contigo. Recuerda tu vida, y aún, en tus sufrimientos, verás las maravillas que Dios ha hecho en ti, por ti, en toda tu vida. Porque Dios te Ama, porque Dios, contigo, quiere hacer un mundo distinto, mejor.

Dile “sí” a Dios.

Dale las gracias a Dios.

Ámale con todo tu corazón.

Porque…

Dios te Ama.

¡Ámale!

Sé capaz de corresponder a Dios, a su Amor.

P. Jesús

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