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20 de octubre de 2024

Domingo 20 de Octubre de 2.024

Tiempo Ordinario 29º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Marcos 10, 35-45

Jesús, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir

35Se acercaron (a Jesús) Santiago y Juan, los hijos del Zebedeo, diciéndole: Maestro, queremos que nos hagas lo que vamos a pedirte. 36Díjoles Él: ¿Qué queréis que os haga? 37Ellos le respondieron: Concédenos sentarnos, el uno a tu derecha y el otro a tu izquierda en tu gloria. 38Jesús les respondió: ¡No sabéis lo que pedís! ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber, o ser bautizados con el bautismo con que yo he de ser bautizado? 39Le contestaron: Sí que podemos. Les dijo Jesús: El cáliz que yo he de beber, lo beberéis, y con el bautismo con que yo he de ser bautizado, seréis bautizados vosotros; 40pero sentaros a mi diestra o a mi siniestra, no me toca a mí dároslo, sino que es para aquellos para quienes está preparado.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Jesús, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir

Hay que pedirle a Jesús, Él es el camino para ir al Padre.

Jesús te escucha siempre, y aunque muchas cosas dice que le corresponden al Padre Dios concederlas, lo que oye Jesús, lo oye el Padre, porque quien ha visto a Jesús, ha visto al Padre.

Tengamos puesta nuestra confianza en Jesús, que es Dios; y el Padre y Él, Jesús, son Dios.

Aumenta tu fe, pidiendo.

Da un voto de confianza a Dios, pidiéndole todo lo que quieras, todo lo que necesitas, todo lo que deseas. Y habla dentro de ti mismo de todo ello, en la intimidad de tu corazón. Haz con Dios una amistad intocable, perdurable, ¡eterna!

Dios no falla nunca, Dios siempre te dará lo mejor.

Cuando Dios permite que algo malo te ocurra, es que te está evitando algo peor. Acéptalo todo con la fe puesta en que todo lo que vives y tienes, es lo mejor, y pide, pide a Dios consolación, ayuda, protección, y salir airoso de cualquier mal tiempo. Hay que hacer como hicieron los apóstoles, y con confianza, pedir a Dios, a Jesús, lo que nos gustaría; Él nos escucha y si puede lo hace, y si no puede, nos conforta.

Tengamos el ánimo en alza, porque Dios nos Ama, porque Jesús murió por ti.

¡Aleluya!

Confiemos en Dios, en Jesús, que conoce al Padre; y en el Padre, que conoce al Hijo, y dejémonos consolar por Dios Espíritu Santo, que nos Ama tanto; ¡es Dios!, y Dios de Amor.

Fe.

P. Jesús
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