Saltar al contenido

20 de enero de 2021

Miércoles 20 de Enero de 2.021

Tiempo Ordinario/2º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Marcos 3, 1-6

Vigilan a Dios

1Entró (Jesús) de nuevo en la sinagoga, donde había un hombre con una mano seca, 2y le observaban a ver si le curaba en sábado, para poder acusarle. 3Y dice al hombre de la mano seca: Levántate y sal al medio. 4Y les dice: ¿Es lícito en sábado hacer bien o mal, salvar una vida o matarla? Y ellos callaban. 5Y dirigiéndoles una mirada airada, entristecido por la dureza de su corazón, dice al hombre: Extiende tu mano. La extendió y fuele restituida la mano. 6Saliendo los fariseos luego se concertaron con los herodianos contra Él para perderle.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Vigilan a Dios

Pero a Dios no le importa que le vigilen, es más, mira todo lo que ha creado, todo está expuesto a la vista o al discernimiento.

¿En qué se diferencia la alegría cristiana de la euforia mundana?; los mundanos, cuando las cosas no les salen como quieren, ¡se enfadan!, y muuucho; ya lo creo, son capaces de hacer cualquier cosa para salirse con la suya, y en eso de cualquier cosa, está HACER EL MAL. En cambio, los cristianos no viven obsesionados en sus deseos, tienen sus buenos deseos, ¡claro que sí!, son humanos, pero sus ojos ven todo lo que hay, y no sólo lo que quieren; es decir, un cristiano es realista, y lo primero en el cristiano, es saber la historia, el pasado, la vida de Cristo en la tierra, los hechos de Dios en el mundo; porque la historia es historia, los deseos sólo son sueños que la mente humana realiza con el pensamiento, pero pueden ser o pueden no ser, porque aún no son historia. Hay que saber la historia, y debes leer la Sagrada Biblia, esto es muy importante para que sepas que hay muchos sueños que se cumplen; sobre todo los sueños del pueblo de Dios, sus deseos de tener mejor vida, y Dios los lleva por la tierra, pasando el tiempo, y los perfecciona con las circunstancias, sobre todo las adversas, para que oren más y mejor, porque en la oración está la oportunidad de conseguir hacer los sueños realidad; porque todo lo ha hecho Dios, y todo lo bueno, incluso rezar, es Dios quien te empuja a ello; y para todo lo bueno, siempre es igual, es Dios quien lo hace, quien te lo da, pero, ¡cuenta con el tiempo!, quiero decir, que debes saber esperar, confiar en Dios y apartarte del mal y de los malos. A veces hay quien no recibe, porque los malos no le dejan recibir el bien que Dios quiere darle. Hoy te hablo de la alegría cristiana, que también es del catecismo, sí. El cristiano es alegre, porque tiene futuro, porque pase lo que pase aquí y ahora, Dios puede cambiarlo, si pide con fe, si se aparta del mal y los malos, y si hace el bien y lo bueno, dejando todo el tiempo en manos de Dios; y no hay mejores manos para tu futuro; sí o sí, te espera el Cielo, si quieres. Así que vive confiado en que al final el éxito será tuyo, por tu fe y las obras de la misma, y mientras vives, en tu vida hay esperanza, porque Dios está contigo, si tú vas a Él, ¡claro!; Dios no se esconde de nadie y quiere a todos, incluso al que odia a Dios, porque hay quien odia a Dios, porque quiere ser servido por Dios, quiere que Dios le dé, ¡ahora, ya!, lo que desea, y si no lo obtiene, porque olvida que en este mundo hay el bien y el mal, se enfada tanto, que odia a Dios; dice que no lo puede ni ver, que no lo quiere ni ver; y los demonios están contentos, ¡ellos sí que están felices de lo malos que son algunos!, pero ¿importa algo la felicidad del que no quiere nunca hacer el bien?, porque, que te quede claro, los demonios, jamás hacen el bien, nunca, nunca, ¡nunca!

Mañana, ven. ¡Hasta mañana, amigo!

P. Jesús

© copyright