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20 de abril de 2016

Miércoles 20 de Abril de 2.016

Evangelio:

San Juan 12, 44-50

Yo he venido al mundo como Luz

Joh 12:44 Jesús, clamando, dijo: «El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me ha enviado:
Joh 12:45 y el que me ve, ve al que me ha enviado.
Joh 12:46 Y he venido como luz al mundo, para que todo el que cree en mí no permanezca en tinieblas.
Joh 12:47 Y si alguno escucha mis palabras y no las guarda, yo no le juzgo, porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
Joh 12:48 El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene ya quien le juzgue; la palabra que Yo he hablado, ésa le juzgará en el último día,
Joh 12:49 porque Yo no he hablado de mí mismo; el Padre mismo, que me ha enviado, es quien me mandó lo que he de decir y hablar,
Joh 12:50 y Yo sé que su precepto es vida eterna. Así, pues, las cosas que Yo hablo las hablo según el Padre me ha dicho».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Yo he venido al mundo como Luz

Dios, Jesús, es el Verbo encarnado, la Palabra cumplida; y quien no ve a Dios como a Jesús, no ve a Dios, no sabe nada de Dios y no cree en Dios, y está más solo que la una, porque dejar la soledad, es unirse a Dios.

Nadie puede llenar tus días, sólo Dios.

Si estás solo, si estás sola, es que no has comprendido bien quien es Jesús. Te lo diré de nuevo: Jesús es el Verbo encarnado. Eso quiere decir que es la Palabra que Dios dijo desde siempre y que se cumplió detalladamente en toda la vida de Dios, Jesús, el Verbo.

No vino Dios, Jesús, a juzgarte, vino al mundo a cumplir con lo que Dios, a través de los profetas y por sí mismo dijo de sí mismo, de Dios, de Cristo, que es Dios. Dijo que Dios nacería en Belén, y en Belén nació… dijo que repartirían sus ropas, y así sucedió… dijo que nacería de una virgen, y así ocurrió. Sí, todo lo que dijo Dios, Dios lo cumplió.

Entonces, quien no cree que Jesús es Dios, este es juzgado por la Palabra, es decir, los hechos de Jesús cumplieron la palabra de Dios, y por no creer tú en ella, te sentencias a la incredulidad de no creer en Dios, ni en Dios Padre, ni en Dios Hijo, ni en Dios Espíritu Santo, porque por no creer en Jesús, no te has bautizado y, por no estar bautizado, Dios Espíritu Santo no vive en ti, por lo cual ¡estás solo!, ¡estás sola!; no tienes a Dios y te vas a quedar sin Vida Eterna, si no rectificas y crees en la Palabra de Dios, que es Jesús, el Hijo de Dios y de María Virgen.

¿Lo has comprendido? Volveré hablar de ello, porque yo también sé la Palabra de Dios y te la enseñaré para que, por tu fe al creer, te salves por Dios, por Jesús y con María Inmaculada.

P. Jesús

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