Miércoles 2 de Octubre de 2.024
Tiempo Ordinario 26º – Santos Ángeles Custodios
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Evangelio:
San Mateo 18, 1-5.10
Nada de querer cargos importantes, ¡humildad!
1En aquel momento se acercaron los discípulos a Jesús, diciendo: ¿Quién será el más grande en el reino de los cielos? 2Él, llamando a sí a un niño, le puso en medio de ellos, 3y dijo: En verdad os digo, si no os volviereis y os hiciereis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. 4Pues el que se humillare hasta hacerse como un niño de éstos, ése será el más grande en el reino de los cielos, 5y el que por mí recibiere a un niño como éste, a mí me recibe;
10Mirad que no despreciéis a uno de esos pequeños, porque en verdad os digo que sus ángeles ven de continuo en el cielo la faz de mi Padre, que está en los cielos.
Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)
«Palabra del Señor»
«Gloria a ti Señor Jesús»
Meditación:
Nada de querer cargos importantes, ¡humildad!
Tantos se esfuerzan para llegar a tener cargos importantes, incluso algunos hacen ver que son humildes, pero la verdadera humildad es querer trabajar, cansarse, agotarse para propagar el Evangelio, la vida de Jesús, viviéndola y dando ejemplo de servicio, de amor al Padre, de obediencia a Dios.
Hay quien piensa que, si tuviera un mayor cargo, podría hacer más cosas para Dios. ¡Que no!, que no se puede obligar a la gente a tener fe, las personas necesitan de tu afecto, de tu ternura, de tu ¡bondad!; y luego, ellos solos, van a creer, sin tener que prepararles ni fiestas ni festivales, ni hay que gastar dinero para que tengan fe, la fe se propaga con el ejemplo, con dejar ver este fuego interno, que te quema, de amor a Dios, y te hace propagador de las bienaventuranzas.
Los cargos importantes que los dé el Papa, que es inspirado por Dios Espíritu Santo, y aunque tenga Consejeros, ¡él manda!, como siempre.
Tú, a ser humilde, porque Dios te ve, y Dios decidirá qué hacer de ti, quizás sea mucho más de lo que tú nunca te atreviste a soñar, pero tú desea, quiere, pide, para ser el más humilde, ¡y así será!
P. Jesús
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