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2 de julio de 2017

Domingo 2 de Julio de 2.017

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Mateo 10, 37-42

Combate

Mat 10:37 Jesús dijo a sus apóstoles. «El que ama al padre o a la madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí.
Mat 10:38 y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.
Mat 10:39 El que halla su vida, la perderá, y el que la perdiere por amor de mí, la hallará.
Mat 10:40 El que os recibe a vosotros, a mí me recibe, y el que me recibe a mí, recibe al que a mí me envió.
Mat 10:41 El que recibe al profeta como profeta, tendrá recompensa de profeta; y el que recibe al justo como justo, tendrá recompensa de justo;
Mat 10:42 y el que diere de beber a uno de estos pequeños sólo un vaso de agua fresca en razón de discípulo, en verdad os digo que no perderá su recompensa».

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Combate

Un combate contigo mismo, contra las malas tentaciones, inclinaciones y debilidades.

Dios te quiere santo.

No vino Dios para decirte a todo que sí, porque bien sabes que por el pecado de nuestros primeros padres, todos y todo está sellado por el pecado original, por su pecado, ese pecado que cometieron viviendo en el Paraíso, desobedeciendo y dándose a la soberbia. Y hoy, como siempre, hay que seguir a Dios, hay que cumplir, obedecer su Ley, la Ley de los Diez Mandamientos. Tienes que saberlos y repasarlos. Busca en la doctrina católica, los diez mandamientos de la Ley de Dios, que siguen vigentes; y si quieres salvarte, tienes que cumplirlos todos, y sin quejarte ante los hombres. Si tienes alguna queja, que tendrás, dísela a Dios, y Él te atenderá; los demás, o te darán la razón, o se apartarán de ti.

¡Confía en Dios!, usa de los sacramentos y habla con Él, con Dios, en oración, para que tu soberbia no sea mayor que tu humildad; para esto, no hay nada mejor que la oración, tu oración con Dios; ¡cuenta con Él!, como Él cuenta contigo para darte, para aumentarte la fe. Y sólo tienes que pedirlo. Combate contigo mismo, contra lo que te aparta de ser un buen discípulo de Cristo. Jesús tiene las llaves del Cielo, ¡no vayas con quien no puede darte esperanza eterna!, Dios te la da; Dios te da la Verdad, ese Paraíso perdido, y que puede ser tuyo por la acción de tu voluntad. Tú debes combatir contra todo y todos los que te separan de tu Esperanza, ¡el Paraíso! Busca hacer la voluntad de Dios, y todo lo demás, que pase a segundo lugar, y si no es bueno, ¡apártalo de ti!

P. Jesús

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