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2 de diciembre de 2016

Viernes 2 de Diciembre de 2.016

Evangelio:

San Mateo 9, 27-31

Sigue a Jesús

Mat 9:27 Dos ciegos seguían a Jesús dando voces y diciendo: «Ten piedad de nosotros, Hijo de David».
Mat 9:28 Entrando en casa, se le acercaron los ciegos, y les dijo Jesús: «¿Creéis que puedo yo hacer esto?». Respondiéronle: «Sí, Señor».
Mat 9:29 Entonces tocó sus ojos, diciendo: «Hágase en vosotros según vuestra fe».
Mat 9:30 Y se abrieron sus ojos. Con tono severo les advirtió: «Mirad que nadie lo sepa».
Mat 9:31 Pero ellos, una vez fuera, divulgaron la cosa por toda aquella tierra.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Sigue a Jesús

Vosotros dos, que formáis un matrimonio católico, consagrado a Dios, haced como los dos ciegos y seguid a Jesús diciéndole a gritos -¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David!

¿No os hace llorar esto, esta necesidad que tenéis de Jesús? Sin Dios, sin Jesús, ¡estáis ciegos!, vais a caer ¡tantas veces en desgracia!, por falta de vivir en Gracia, la Gracia de Dios, que está, que a raudales, sacia como agua a los sedientos que caminan por el desierto. Y, ¡peor que el desierto, es la vida social, hoy en día, donde la fe, la fe… ¡no hay fe en el Hijo de David!, no hay fe en el Hijo de Dios, que lo esperó durante años y más años, y más años, el pueblo elegido por Él, no sólo para salvarlos, sino para que fueran luz para toda la humanidad.

Amigos, sufro, sufro por todos los que estáis ciegos y os casáis sin ver, y os dejáis y volvéis a tener pareja, y volvéis a fracasar; ¡es normal que os ocurra, hijos amados!, porque los dos estáis ciegos.

¡Gritad a Jesús!, ¡seguid a Dios!, decidle, como los dos ciegos, -«¡ten piedad de nosotros, Hijo de David!»… Y llegando a vuestra casa, allí, solos con Dios, Dios os dirá como dijo a los dos ciegos, porque Dios no cambia jamás, ¡jamás!, siempre Ama, siempre tiene Misericordia, siempre escucha y ayuda a los que le siguen y le gritan pidiendo ayuda; y lo mismo hará con vosotros, que estáis en pareja y que quizás no estáis ni casados aún por la Iglesia, o que uno de los dos, antes se casó por la Iglesia con otro; y os dirá lo mismo que les dijo a los dos ciegos de la historia, y pasaron a la historia por seguir, gritar y confiar en Jesús; y vosotros pasaréis a la historia también, porque los que pasan a la historia son los santos, como vais a serlo vosotros, si confiáis en Dios, si lleváis a vuestra casa a Cristo, y después de pedirle ayuda, Él os dice: -«¿creéis que puedo hacer eso?»… Y vosotros, a una, le respondéis: -sí, Señor.

Entonces, Él os tocará el corazón, y la mente se unirá al Amor con que Dios os ama, y dejándoos amar por Dios, este Amor será lo más importante en cada uno de vosotros; y siendo así, todo lo podréis soportar, sufrir, afrontar, vivir, renunciar y empezar de nuevo, porque Dios hace nuevas todas las cosas. Y se hará conforme a vuestra fe, porque para Dios, no hay nada imposible. Seguidle, pedidle ayuda, confiad en Él, siendo constantes en la fe, ¡os digan lo que os digan!, porque Dios siempre tiene la última palabra; Él, Dios, Jesús, es la Palabra, y se pronunció en el principio, y se hizo la luz; Él, Dios es la Luz, es vuestra luz; ¡no tengáis miedo de vuestra fe, oh amados, y confiad en Él, en la Palabra, el Verbo, Cristo Rey!; déjale que reine en tu corazón. Confía en Dios y entrégale todo tu amor; que Él sea el primero en tu vida, y vuestra historia irá de amor, y vuestro amor hará historia, si confiáis en Dios, si obráis según la fe, si cumplís con los mandamientos de la Ley de Dios y usáis de los sacramentos.

Mañana hablaré de los que no podéis usar de los sacramentos, por no estar casados como Dios manda. A vosotros, también Dios os Ama. ¡Que lo sepas!

P. Jesús

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