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17 de septiembre de 2018

Lunes 17 de Septiembre de 2.018

Tiempo Ordinario /24º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Lucas 7, 1-10

Jesús, Dios, puede salvarte de la muerte

1Cuando (Jesús) hubo acabado de pronunciar estos discursos a oídos del pueblo, entró en Cafarnaúm. 2Estaba a punto de morir un siervo de cierto centurión que le era muy querido. 3Este, oyendo hablar de Jesús, envió a Él algunos ancianos de los judíos, rogándole que viniese para salvar a su siervo. 4Llegados éstos a Jesús, le rogaban con instancia, diciéndole: Merece que le hagas esto, 5porque ama a nuestro pueblo, y él mismo nos ha edificado la sinagoga. 6Jesús echó a andar con ellos. Ya no estaba lejos de la casa, cuando el centurión envió a algunos amigos, que le dijeron: Señor, no te molestes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo. 7Ni yo me he creído digno de ir a ti. Pero di sólo una palabra y mi siervo sea sano. 8Porque también yo soy hombre sometido a la autoridad, pero tengo a la vez soldados bajo mi mando, y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. 9Oyendo esto Jesús, se maravilló de él y, vuelto a la multitud que le seguía, dijo: Yo os digo que fe como ésta no la he hallado en Israel. 10Vueltos a casa los enviados, encontraron sano al siervo.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Jesús, Dios, puede salvarte de la muerte

¿Conoces a alguien que merezca que Dios, Jesús, lo cure de su posible muerte por enfermedad?; ¿sí?, entonces, ve a Dios, a Jesús, en oración, y ora por él, por esta persona que conoces y necesita ser sanado para no morir, y Dios lo sanará, porque ya lo hizo otras veces; relee el evangelio de hoy, y lo verás, verás que Jesús, Dios, sanó, sólo con su palabra y desde lejos, al siervo del Centurión, y ni el mismo Centurión fue a Dios, Jesús, sino que unos sacerdotes judíos se lo pidieron de su parte a Cristo, y Cristo lo sanó; así que hará lo mismo, porque si lo hizo una vez, puede hacerlo más veces. Entonces pide a Dios, Jesús, en oración, por el amigo de tu amigo que necesita la salud, y Dios hará una vez más el milagro de la vida, y ¡vivirá! Amén.

Tu fe puede ayudar a muchos, porque por tu fe, conoces a Dios, a Jesús, y le tratas, y al tratarle, puedes pedirle por tus amigos y por los amigos de tus amigos, porque NADA HAY IMPOSIBLE PARA DIOS.

P. Jesús

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