Lunes 17 de Mayo de 2.021
Tiempo Pascual 7º
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Evangelio:
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San Juan 16, 29-33 Tened valor yo he vencido al mundo 29Dijéronle los discípulos (a Jesús): Ahora hablas claramente y no dices parábola alguna. 30Ahora sabemos que conoces todas las cosas y que no necesitas que nadie te pregunte; en esto creemos que has salido de Dios. 31Respondióles Jesús: ¿Ahora creéis? 32He aquí que llega la hora, y ya es llegada, en que os dispersaréis cada uno por su lado y a mí me dejaréis solo; pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo. 33Esto os lo he dicho para que tengáis paz en mí; en el mundo habéis de tener tribulación; pero confiad, Yo he vencido al mundo. Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) «Palabra del Señor» «Gloria a ti Señor Jesús» |
Meditación:
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Tened valor yo he vencido al mundo La hora de Dios llegó cuando ya le entendían, cuando ya no le necesitaban. Una persona muere, se va, en su mejor momento. Y cuando una persona se aleja de ti, estando viva, es que ya no puedes recibir nada más de ella, quizás porque ella no quiere darte más, quizás porque tú has crecido y ella se queda igual, en una cierta mediocridad, porque todos estamos destinados a ser santos, por lo tanto, todos estamos destinados a crecer en perfección. Quien no acepta crecer, quien no se esfuerza en amar más y juzgar menos, ése, ésa, se queda, mientras tú alzas el vuelo, sigues el rumbo de las estrellas, que todas ellas dan Gloria a Dios, como debes darla tú, oh amado, oh amada de Dios. ¡Crece! ¡Vive! ¡Brilla! Aunque te quedes solo, ¡no te pares! Porque ¡Dios necesita de ti! ¡Dios te ama y te quiere santo! Y aunque algunos, muchos, no lo entiendan, es importante y vital que lo entiendas tú, ¿Comprendes hijo amado, hija amada? Anda, seca estás lágrimas y verás que no estás solo, que no estás sola…¡mira!, ¡allí! Allí hay más personas como tú… Ves esa cruz negra, allí libremente besan su cruz y te esperan para que os ayudéis como Iglesia Doméstica. Amén. ¡Sed santos!, como Dios. Se puede, se puede… Dios puede… Vamos, vamos… Tened valor, Dios venció al mundo. Ay, ¡Cuánto os ama Dios! Si lo viérais… No llores… Tú puedes, yo puedo: ¡Podemos! Sí. P. Jesús © copyright |
