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16 de enero de 2016

Sábado 16 de Enero de 2.016

Evangelio:

San Marcos 2, 13-17

Vocación de Leví y respuesta a ciertas críticas

Mar 2:13 Y se fue otra vez a la orilla del mar. Y toda la muchedumbre iba hacia él, y les enseñaba.
Mar 2:14 Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado al telonio, y le dijo: -Sígueme. Él se levantó y le siguió.
Mar 2:15 Ya en su casa, estando a la mesa, se sentaron con Jesús y sus discípulos muchos publicanos y pecadores, porque eran muchos los que le seguían.
Mar 2:16 Los escribas de los fariseos, al ver que comía con pecadores y publicanos, empezaron a decir a sus discípulos: -¿Por qué come con publicanos y pecadores?
Mar 2:17 Lo oyó Jesús y les dijo: -No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos; no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Vocación de Leví y respuesta a ciertas críticas

Si, sí, la gente va a hablar de ti, van a preguntar y a criticarte; porque, a ver, ¿cómo es que crees en Jesús?, ¿cómo es que eres católico siendo tan pecador? ¡Que lo eres! ¡No lo niegues! Te pasas el día y la noche luchando entre mil y una tentaciones y no a todas resistes, incluso algunas cosas las haces por rutina y están mal, ¡muy mal! Pero… Dios te ama hijo, hija; ¡Dios te ama! ¡Bendito seas! Y te ha llamado para venir a tu casa, y tú lo has aceptado, porque necesitas de su Amor, a pesar de tanta imperfección tuya; y mira que llevas años yendo a confesarte y comulgando; mira que llevas años intentando cumplir los mandamientos, y te sabes eso de perdonar setenta veces siete, pero, sé que a veces no perdonas; sé que te cuesta y quieres hacer justicia; haces sufrir a los que como tú son débiles, y caen y caen y caen cada dos por tres. Y, ¿Qué pasa con esta frialdad, precisamente con los que amas más, con tu familia?; a ellos no les dejas pasar ni una, a ellos los mantienes a rajatabla. “¡Que se esperen a recibir tu perdón!” Sí, yo sé que lo haces porque son los que más te hacen sufrir, precisamente porque los amas tanto, pero Jesús no quiere que hagas esto. Pero, ¿Qué dices?; ¡qué vergüenza hijo, hija de Dios! Hasta no sé si repetirlo. Bueno… voy a decir lo que has dicho: “Dices que se esperen” ¿Esperar a qué? A que los mates con tu frialdad. Ah, que has tenido problemas de dinero con ellos, que no han sido justos, que te deben, que tú les diste más. ¡Comprendo! No sabes perdonar.

P. Jesús

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