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16 de diciembre de 2021

Jueves 16 de Diciembre de 2.021

Tiempo adviento/3º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Lucas 7, 24-30

Rechazar el plan de Dios

24Cuando se hubieron ido los mensajeros de Juan, comenzó Jesús a decir a la muchedumbre acerca de él: ¿Qué habéis salido a ver al desierto? ¿Una caña agitada por el viento? 25¿Qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido con molicie? Los que visten suntuosamente y viven con regalo están en los palacios de los reyes. 26¿Qué salisteis, pues, a ver? ¿Un profeta? Sí, yo os digo, y más que un profeta. 27Este es aquel de quien está escrito: <<He aquí que yo envío delante de tu faz a mi mensajero, que preparará mi camino delante de ti>>.28Yo os digo, no hay entre los nacidos de mujer profeta más grande que Juan; pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él.

29Todo el pueblo que escuchó y los publicanos reconocieron la justicia de Dios, recibiendo el bautismo de Juan; 30pero los fariseos y doctores de la Ley anularon el consejo divino respecto de ellos no haciéndose bautizar por Él.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Rechazar el plan de Dios

Dios quiere que te bautices, el plan de Dios, ¡la salvación!, viene a través de tu bautizo.

Ahora se toma muy a la ligera el bautizo. Años atrás, los misioneros salían a todo el mundo a bautizar; ahora algunos salen a hablar, a dárselas de profetas a costa de la Iglesia, pero bautizar, eso lo van dejando para más adelante, para después. ¿¡Después de qué!?…

Rechazar el plan de Dios, es negarse al bautismo, es no darle importancia al bautismo, y sí a la hermandad que une a todos por ser hijos de Dios.

Poco favor le hacen a las almas, si no bautizan en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

El bautismo borra el Pecado Original y los pecados cometidos, da la Gracia Santificante, porque uno se salva por la Gracia Santificante, que Dios entrega al bautizado, perdonándole los pecados, los suyos y los que todo hombre, toda persona, hereda por salir de la generación del hombre y la mujer, que siendo el primer hombre Adán y la primera mujer Eva, pecaron de desobediencia, y por lo cual fueron expulsados del Paraíso, y ni ellos pudieron volver, ni sus hijos, ni su descendencia. Y es ese Paraíso perdido, donde Dios se pasea, la vida de la Gracia, la vida de la obediencia. Quien no obedece a Dios, muere a la vida de la Gracia, se pierde el Paraíso. Los ángeles guardan su puerta, nadie puede entrar si no es vestido con el vestido blanco, y blanco es el vestido del bautizado. Si supiérais hijos míos, hijos de Dios, la importancia del bautismo, propagaríais con fe el que todos lo dieran a sus hijos. Te diré más, no amas si no propagas el bautismo. Si amaras como Dios te ama, tú querrías que todos se salvaran, ¡que todos se bautizaran!

El próximo año voy a solicitar de todos que se bauticen y bauticen a los niños. ¡Os aviso!, porque yo sí que, en verdad y de verdad, os amo hijos míos, hijos de Dios. Y si tú quieres unirte a mis intenciones, ¡sé bienvenido!, la Gracia de Dios no te faltará si quieres propagar el sacramento del bautismo. ¿Qué es la Palabra sin recibir el bautismo?, como la fe sin obras, MUERTE.

Os enseñaré, todo el año que viene, y siempre, pero en especial el año que viene, os enseñare que tantos charlatanes de la fe, se olvidan de bautizar. Muchos van contra el Papa, muchos contra la Virgen María, algunos incluso van contra el mismo Hijo de Dios, y además, NO BAUTIZAN. Qué poca es su fe, ¡charlatanes!; eruditos teólogos le sobran a Dios, y quiere sacerdotes que bauticen, misioneros que bauticen, ¡padres que bauticen! Si no se empieza con el Bautismo, no habrá jóvenes en ninguna Iglesia, por más que canten y toquen guitarras. El bautismo es el Agua Viva de la fe; y ¡tántos tienen sed! ¿Dónde están estos dispuestos a dar un vaso de agua a los pequeños? La fuente está llena, pero hablan y hablan, parlotean, discuten sobre Dios y la Iglesia, y ¿quién se dedica a bautizar? Vamos tú y yo a cambiar eso. ¿Te apuntas? Será fácil, porque Dios Espíritu Santo viene en ayuda de la fe, de proclamar el Evangelio, de bautizar. ¡La que vamos a armar tú y yo!; ¿no querías un motivo para vivir?, ¿no querías tener una misión?, ¡ya está aquí!, te la muestro: hay que propagar el Evangelio y ADEMÁS, hay que promocionar el bautismo, para que Dios Espíritu Santo pueda hacer su labor; ¡ya está bien de poner tantos impedimentos a Dios!

Nadie puede ser santo si no está bautizado; primera lección. Apúntatela.

Nadie ama de verdad a sus semejantes, si no les ayuda a bautizarse; segunda lección. Apúntatela también.

Rechazar el plan de Dios, es no pedir perdón por tus pecados y no querer recibir el bautismo, si no estás bautizado. Eso es lo que Juan Bautista pedía a todos: ¡cambiar de vida! Pidamos a San Juan Bautista que interceda por esta intención: bautizar al pecador, regalar vestidos blancos, ¡y gratis!, porque la Iglesia Católica tiene las llaves del Cielo, y hay que cambiarse de vestido para ir a la Boda, a la Fiesta, a la Santa Mesa.

Voy a enseñaros, a mostraros la fuerza de la fe, que está en la Iglesia Católica. Veréis que el amor todo lo puede, ¡todo! Vamos a ir, con la ayuda de Dios, a todos los que conocemos, y les vamos a proponer, como Juan el Bautista, que perdonen, que pidan perdón y se bauticen, que bauticen a sus hijos. Y la gracia del bautismo, andará por las calles, subirá las aceras, entrará en las casas, y casi se podría vivir el Cielo en la tierra.

¿No queréis paz?, ¿no queréis abundancia de bienes?; empezad con lo espiritual. ¿No somos, en esencia, almas espirituales?, entonces, si se recibe el alimento de la Gracia Santificante, habrá todo lo necesario para el hombre, para la persona, porque la crisis del mundo está en que muchos, pudiendo recibir la Gracia de Dios por el bautismo, no la reciben, y son sombras de lo que podrían ser, viven sin alegría, sin esperanza, sin fe.

Hay que propagar el Evangelio y pedir, por favor, en nombre del Amor de Dios, que se bauticen, para que se salven, para que la muerte de Cristo no sea en vano, porque si bien Cristo murió por todos, todos tienen que bautizarse si quieren salvarse, porque la salvación es un regalo que se entrega en vida, durante la vida terrena.

Si dices amar a Dios y al prójimo, y no le das importancia al sacramento del bautismo, aunque seas sacerdote, aunque seas padre, si no bautizas, tu fe está muerta, ¡para que lo sepas!

Sal y pide que se bauticen. ¡Es fácil!; os enseñaré, y Dios Espíritu Santo os llenará de dones y gracias por vuestra fe.

Tenemos planes de futuro, amigos míos, de Dios.

P. Jesús

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