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16 de agosto de 2018

Jueves 16 de Agosto de 2.018

Tiempo Ordinario /19º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Mateo 18, 21-30.32-35

Perdona, no saben lo que hacen

21Se le acercó Pedro y le preguntó (a Jesús): Señor, ¿cuántas veces he de perdonar a mi hermano si peca contra mí? ¿Hasta siete veces? 22Dícele Jesús: No digo yo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. 23Por esto se asemeja el reino de los cielos a un rey que quiso tomar cuentas a sus siervos. 24Al comenzar a tomarlas, se le presentó uno que le debía diez mil talentos. 25Como no tenía con qué pagar, mandó el señor que fuese vendido él, su mujer y sus hijos y todo cuanto tenía y saldar la deuda. 26Entonces el siervo, cayendo de hinojos, dijo: Señor, dame espera y te lo pagaré todo. 27Compadecido el señor del siervo aquel, le despidió, condonándole la deuda. 28En saliendo de allí, aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien denarios, y, agarrándole, intentaba ahogarlo al tiempo que le decía: Paga lo que debes. 29De hinojos le suplicaba su compañero, diciendo: Concédeme un plazo y te pagaré. 30Pero él se negó, y le hizo encerrar en la prisión hasta que pagara la deuda. 32Entonces hízole llamar el señor, y le dijo: Mal siervo, te condoné yo toda la deuda porque me lo suplicaste.33¿No convenía, pues, que tuvieras tú piedad de tu compañero, como la tuve yo de ti? 34E irritado, le entregó a los torturadores hasta que pagase toda la deuda. 35Así hará con vosotros mi Padre celestial si no perdonare cada uno a su hermano de todo corazón.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Perdona, no saben lo que hacen

Seamos sinceros, ¿quién sabe lo que hace cuando peca? Nadie, ni tú. Luego te arrepientes y sientes dolor, y lágrimas inundan tu corazón, pero has caído en la mala tentación, te has dejado llevar por la soberbia, creyendo que mereces lo que no te dan, lo que te niegan. Te comprendo, es duro ser maltratado, sea verbalmente, sea de obra, pero pon tu justicia en presencia de Dios, por la oración, y tú sé pacífico; no importa que pierdas personas o cosas, nada es tuyo, has venido solo al mundo y solo partirás; lo que tienes es de la vida, es para que con tu vida te ganes el Más Allá, el Cielo en la eternidad. Y sabes bien que Dios puede darte más que antes, como relata la historia de Job, un buen hombre, ¡cuánto sufrió!, aguantó, resistió; y San José, también, y tantos santos anónimos lo han hecho, lo hacen, como tú. ¡Amigo!, te espera el Cielo. Perdona y perdona, y sigue perdonando, porque así lo pidió Jesús: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.» Admítelo, seguir a Jesús, lleva mucho sufrimiento y sacrificio, pero la bondad que contiene tu corazón, en las noches de desvelo, por los dolores que te imponen otros, los que tienes que perdonar, los que no saben lo que hacen, te acaricia el alma, y la Virgen María, con la cohorte de Ángeles, te saluda acompañada de la Gracia del Espíritu Santo. ¡No estás solo, cuando has perdonado!

Vive en paz; y larga vida a los que perdonan y olvidan, es decir, pueden vivir sin tener que recordar y sentir rencor por la injusticia. Sólo Dios es justo, y a Dios lo clavaron en la Cruz; ¿qué crees que van a hacer contigo, amigo?; pide ayuda a Dios, y aléjate del mal y los malos.

Todos los hombres son pecadores, todos hacen el mal, pero hay personas malas que viven y hacen el mal, porque les da la gana. Son muy peligrosos, porque no saben lo que hacen, y cuando alguien no sabe lo que hace, suele hacer mucho daño; protégete con la oración y los sacramentos, acepta la realidad y busca un lugar de paz, y vivirás muchos años, si perdonas el pecado que cometen contra ti; Dios, Jesús, los perdonó y vive para siempre en el Cielo, en espera de tu decisión de imitarlo y ser bueno, ser santo. No hay nada mejor para el ser humano, que ser santo. Sélo tú, amigo-a de Dios.

Mañana hablaré de los amigos de Dios. ¡No te pierdas mis palabras!, van para ti. 

P. Jesús

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