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14 de mayo de 2015

Jueves 14 de Mayo de 2.015

Evangelio:

San Juan 15, 9-17

No te vayas del Amor de Dios

Joh 15:9 Dijo Jesús a sus discípulos: «Como el Padre me amó, Yo también os he amado; permaneced en mi amor.»
Joh 15:10 Si guardareis mis preceptos, permaneceréis en mi amor, como yo guardé los preceptos de mi Padre y permanezco en su amor.
Joh 15:11 Esto os lo digo para que yo me goce en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
Joh 15:12 Este es mi precepto: que os améis unos a otros, como Yo os he amado.
Joh 15:13 Nadie tiene amor mayor que éste de dar uno la vida por sus amigos.
Joh 15:14 Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que os mando.
Joh 15:15 Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os digo amigos, porque todo lo que oí de mi Padre os lo he dado a conocer.»
Joh 15:16 No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto y vuestro fruto permanezca, para que cuanto pidiereis al Padre en mi nombre os lo dé.
Joh 15:17 Esto os mando, que os améis unos a otros.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

No te vayas del Amor de Dios

Dios te ama y te entrega su Amor a través y con los sacramentos; allí está Él, ¡Dios!, y para que tú disfrutes de su Amor, tienes que amarle, tienes que hacer de tu parte todo lo posible para estar con Él, para vivir para Él, con Él, en Él; y das tu amor a Dios, yendo a su encuentro; ¿cómo?, confesando tus pecados y faltas, te limpias, y después vas a comulgar, y hay el encuentro REAL con Jesús, ¡el Mesías!, Dios mismo, en cuerpo y alma, y por varios minutos, -lo que dura la consumación del pan y del vino- tienes a Dios, a Cristo, físicamente contigo. Esta es la manera de recibir el Amor de Dios, que te da, también físicamente, si tú, con tu amor y tu voluntad, decides recibirle, y vas a que el sacerdote católico te lo dé, te dé a Dios en la Santa Misa.

Hay quien peca, para tener cosas materiales, para tener amor humano, para tener sexo, un rato, y se pierde a Dios, porque nadie que esté en pecado mortal, recibe a Dios en la Eucaristía. Hay quien prefiere cosas de este mundo, afectos de este mundo, y renuncia al Amor de Dios. Y sabéis que es cierto, que no miento, que hay muchos que desprecian a Dios, se van de Dios, para poner a otro dios, sea una persona o una cosa; normalmente es el dinero, el dinero es el dios de tantos; creen poder comprar lo que Dios da a cambio de la SANTIDAD.

P. Jesús

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