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14 de marzo de 2015

Sábado 14 de Marzo de 2.015

Evangelio:

San Lucas 18, 9-14

No desprecies a los demás

Luk 18:9 Dijo Jesús esta parábola a algunos que confiaban mucho en sí mismos, teniéndose por justos, y despreciaban a los demás:
Luk 18:10 «Dos hombres subieron al templo a orar, el uno fariseo, el otro publicano.
Luk 18:11 El fariseo, en pie, oraba para sí de esta manera: ¡Oh Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, rapaces, adúlteros, injustos, ni como este publicano.
Luk 18:12 Ayuno dos veces en la semana, pago el diezmo de todo cuanto poseo.
Luk 18:13 El publicano se quedó allá lejos, y ni se atrevía a levantar los ojos al cielo, y hería su pecho diciendo: ¡Oh Dios!, sé propicio a mí, pecador.
Luk 18:14 Os digo que bajó éste justificado a su casa, y no aquél. Porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944)

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

No desprecies a los demás

Sí que hay que apartarse del mal, de los corruptos, esos que saben que hacen el mal y no les importa, lo siguen haciendo, y no sólo esto, sino que quieren que tú les des el visto bueno, y también desean que hagas como ellos. De esos, ¡apártate, amigo!, reza por ellos, no los desprecies, porque tú podrías ser uno de ellos, si hubieras vivido su vida, sus mismas condiciones; ¡reza por ellos!, pero no los maldigas, no los desprecies, no pongas más atención a su vida que a la tuya; tú vive tu vida queriendo hacer la voluntad de Dios.

Muchos están equivocados, y debes saberlo, y darles lo que Dios ha dado a todos, su libertad, es decir, sabiendo la verdad de lo que hacen, perdónalos si te dañan, perdónalos por el mal ejemplo que dan, y tú, da buen ejemplo, el de vivir la castidad, la pureza, las virtudes. No forniques, no practiques la homosexualidad, no hagas actos impuros, ni adulterio, porque Jesús, Dios, dijo que todo aquel que no haga caso de sus palabras, se perderá el Cielo, el Reino de Dios, allí donde no hay sexo, sino Amor, amor verdadero, amor del bueno, el que llena el corazón todo el tiempo.

No desprecies a los demás, pero tú, tú sé como Dios quiere; sé justo, haz el bien siempre y a todos, y el bien se hace amando a Dios sobre todas las cosas y personas, con todas tus fuerzas; y con toda tu voluntad, vives la fe, sin pecar, cumpliendo con la Ley de Dios, los diez mandamientos. 

P. Jesús

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