Viernes 13 de Noviembre de 2.020
Tiempo Ordinario/32º
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Evangelio:
San Lucas 17, 26-37 El que pierda la vida la recobrará (Dijo Jesús a sus discípulos): 26Como sucedió en los días de Noé, así será en los días del Hijo del hombre. 27Comían, bebían, tomaban mujer los hombres, y las mujeres marido, hasta el día en que Noé entró en el arca, y vino el diluvio y los hizo perecer a todos. 28Lo mismo en los días de Lot: comían y bebían, compraban y vendían, plantaban y edificaban; 29pero, en cuanto Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, que los hizo perecer a todos. 30Así será el día en que el Hijo del hombre se revele. 31Aquel día, el que esté en el terrado y tenga en casa sus enseres, no baje a cogerlos; e igualmente el que esté en el campo, no vuelva atrás. 32Acordaos de la mujer de Lot. 33El que busque guardar su vida, la perderá, y el que la perdiere, la conservará. 34Dígoos que en aquella noche estarán dos en una misma cama, uno será tomado y otro dejado. 35Estarán dos moliendo juntas, una será tomada y otra será dejada. 36Y tomando la palabra, le dijeron: ¿Dónde será, Señor? 37Y les dijo: Donde esté el cuerpo, allí se juntarán los buitres. Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) «Palabra del Señor» «Gloria a ti Señor Jesús» |
Meditación:
El que pierda la vida la recobrará «Donde esté el cuerpo, allí también se reunirán los buitres.» Pero el que, con las obras de la fe, se ponga a los pies de Jesús para recibir la Sagrada Hostia Consagrada, que es Dios mismo, Jesús, en Cuerpo y Alma, éste deja de ser víctima de los buitres que se alimentan del cuerpo en sus concupiscencias y debilidades, y vivifica al cuerpo por la misma acción de Dios que es recibido por su cuerpo para alimentar al alma y sea esta alma del hombre la que domine al cuerpo y viva la persona para dar Gloria a Dios, porque “perdiendo” su vida mundana, recobra su vida de Gracia, de caer en gracia a Dios que, por ese amor que une a la criatura con el Creador, hacen un todo en las obras de la fe, que vemos hacerlas al ver el servicio que cada quien da a los demás, por amor al que es Dios, y quiere que cada uno sirva al otro para que así, en el servicio, la humildad de todos dé sentido a la vida de unión con Dios por la Eucaristía. P. Jesús |