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13 de marzo de 2019

Miércoles 13 de Marzo de 2.019

Tiempo de cuaresma/1º – VI aniversario de la elección del Papa Francisco

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Lucas 11, 29-32

La señal

29Creciendo la muchedumbre, comenzó (Jesús) a decir: Esta generación es una generación mala; pide una señal, y no le será dada otra señal que la de Jonás. 30Porque como fue Jonás señal para los ninivitas, así también lo será el Hijo del hombre para esta generación. 31La reina del Mediodía se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y los condenará, porque vino desde los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y hay aquí algo más que Salomón. 32Los ninivitas se levantarán en el juicio contra esta generación y la condenarán, porque hicieron penitencia a la predicación de Jonás, y hay aquí más que Jonás.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

La señal

La señal de que tú quieres seguir en el Seminario, que tu vocación es la sacerdotal, es que ¡estás allí!; si no tienes necesidad de irte, si contigo mismo estás bien en el Seminario, entonces, está claro, tú, para sacerdote santo.

Y para ti, que dudas si tienes vocación sacerdotal, ¡fácil!, ¡inténtalo!, sal de dudas, no vivas siempre con esta incertidumbre, de si… no… no sé… ¡esto no es vida para nadie!, vivir así dudando, preguntando, ¡pruébalo!, date cuenta por ti mismo, de cuál es tu destino, la voluntad de Dios, tu vocación.

No tengáis miedo, sea vuestra edad la que sea; si sientes el llamado a la vida sacerdotal, ¡no te quedes parado!, llama a tu obispado; que te pongan en contacto con el Seminario, y concreta una entrevista; ¡sal de dudas!, ¡haz la prueba!, a lo mejor te quedas, o quizás te vas, pero seguro que ganarás en santidad, porque conocer mejor a Dios, a todos les llena el corazón, y en el corazón es donde se guardan las cosas que amas; ama a Dios sobre todas las cosas, y únete en oración a la Virgen Inmaculada, para que Ella vele por tu vocación, y sea cual sea, ¡bendita sea!

Eres hijo de Dios, y eso no te lo quita nadie. Dios pagó tu rescate para que te salves, seas seminarista, sacerdote, religioso, padre de familia o soltero. ¡Santo!

P. Jesús

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