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12 de noviembre de 2020

Jueves 12 de Noviembre de 2.020

Tiempo Ordinario/32º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Lucas 17, 20-25

La venida del Reino de Dios

20Preguntado (Jesús) por los fariseos acerca de cuándo llegaría el reino de Dios, respondiéndoles, dijo: No viene el reino de Dios ostensiblemente. 21No podrá decirse: Helo aquí o allí, porque el reino de Dios está dentro de vosotros.22Dijo a los discípulos: Llegará tiempo en que desearéis ver un solo día del Hijo del hombre, y no lo veréis. 23Os dirán: Helo allí o helo aquí. No vayáis ni le sigáis. 24Porque así como un rayo relampaguea y fulgura desde un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su día. 25Pero antes ha de padecer mucho y ser reprobado por esta generación.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

La venida del Reino de Dios

Vaya, vaya, parece ser que te has cansado de ser católico, que prefieres protestar e irte de tu Iglesia, porque allí te es más fácil fornicar y no se te pide cuentas de ello, porque dicen que Dios es tan bueno, que todo lo perdona con la sóla fe.

Vaya, vaya, los intereses de Dios, que son tu perfección, que son liberarte de la maldición, se ven truncados por tus deseos de querer hoy y amar mañana.

¡Eso no se vale!, ¡es traición!

Te han hablado, te han dicho, que puedes salvarte aunque peques, que no hace falta arrepentirte, solamente creer en que Dios existe y es Jesús, con esto ya todo está solucionado.

Y dime, dime tú, hijo, hija; los demonios creen en Jesús, creen, porque saben que Jesús es Dios, y ¿se han salvado? ¿se salvarán?…

Ah, vaya… dices que hay muchas vidas, que no sólo hay ésta, y que en otra vida ya te perfeccionarás, cuando seas sapo o rata…

Baja de las nubes, porque el Reino de Dios vino con Jesús al mundo, y no pueden vivir las zarzas con el trigo; ¡habrase visto semejante locura!

Dices que todo es posible, que es cuestión de votos, que la democracia manda también en las cosas espirituales. ¡Pues no!, ¡no!, Dios sigue siendo el Gran Dictador del Bien y sólo el Bien. Amén.

P. Jesús
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