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12 de enero de 2019

Sábado 12 de Enero de 2.019

Tiempo de  Navidad/ 3º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Juan 3, 22-30

Si te dejan para ir a Dios, Jesús

22Después de esto vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea, y permaneció allí con ellos y bautizaba. 23Juan bautizaba también en Ainón, cerca de Salim, donde había mucha agua, y venían a bautizarse, 24pues Juan aún no había sido metido en la cárcel. 25Se suscitó una discusión entre los discípulos de Juan y cierto judío acerca de la purificación, 26y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, aquel que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, está ahora bautizando, y todos se van a Él. 27Juan les respondió, diciendo: No debe el hombre tomarse nada si no le fuere dado del cielo. 28Vosotros mismos sois testigos de que dije: Yo no soy el Mesías, sino que he sido enviado ante Él. 29El que tiene esposa es el esposo; el amigo del esposo, que le acompaña y le oye, se alegra grandemente de oír la voz del esposo. Pues así este mi gozo es cumplido. 30Preciso es que Él crezca y yo mengüe.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

Si te dejan para ir a Dios, Jesús

Todos son para Dios, que nadie se enfade; pues, si uno que es de un grupo católico, lo deja para seguir sirviendo a Dios sin pertenecer a este grupo, sino siguiendo a Pedro, al Papa, dejándose guiar por el Obispo del lugar, que enseña a sus sacerdotes a cumplir con la doctrina católica, con la fe de la Iglesia, manteniéndose siempre fiel al Papa, que nadie se enfade.

Todo aquel que deje de pertenecer a un grupo católico, siempre será católico, por ser bautizado.

He oído algunos comentarios de personas que, por dolor de que un hermano deje un determinado grupo católico, sin dejar de ser católico, no son buenos, es decir, no hacen el bien que se espera de ellos. Si los padres tienen que soportar y aceptar el que un hijo se va del hogar, ¿por qué no tienen que sufrirlo los grupos católicos?; la gente es libre, es libre para hacer un bien y siempre seguir a Cristo. Así lo entendió bien San Juan Bautista, y no se enfadaba ni se escandalizaba de que sus discípulos fueran a Jesús, a Dios. Y Dios, hoy en día, está en la Iglesia, en cada Sagrario. No te enfades porque uno que era de tu grupo, ha dejado de serlo; ¿cuántos padres tendrían que estar, entonces, descontentos?…

La gente, las personas, son libres de verdad. ¡Demos la bienvenida a la libertad!

¡Todos de Dios!

P. Jesús

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