Saltar al contenido

12 de diciembre de 2021

Domingo 12 de Diciembre de 2.021

Tiempo adviento/3º – Nuestra Señora de Guadalupe (México: Solemnidad)

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Lucas 3, 10-18

“¿Qué hemos de hacer?”

10Las muchedumbres le preguntaban (a Juan): Pues ¿qué hemos de hacer? 11El respondía: El que tiene dos túnicas, dé una al que no la tiene, y el que tiene alimentos, haga lo mismo. 12Vinieron también publicanos a bautizarse y le decían: Maestro, ¿qué hemos de hacer? 13Y les contestaba: No exigir nada fuera de lo que está tasado.

14Le preguntaban también los soldados: Y nosotros, ¿qué hemos de hacer? Y les respondía: No hagáis extorsión a nadie, ni denunciéis falsamente, y contentaos con vuestra soldada.

15Hallándose el pueblo en ansiosa expectación y pensando todos entre sí de Juan, si sería él el Mesías, 16Juan respondió a todos diciendo: Yo os bautizo en agua, pero llegando está otro más fuerte que yo, a quien no soy digno de soltarle la correa de las sandalias: Él os bautizará en Espíritu Santo y en fuego. 17En su mano tiene el bieldo para limpiar la era y almacenar el trigo en su granero, mientras la paja la quemará con fuego inextinguible.

18Muchas veces, haciendo otras exhortaciones, evangelizaba al pueblo.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

“¿Qué hemos de hacer?”

Comparte lo que tengas y lo que eres, eso es lo que hace el verdadero cristiano. El que ama a los demás, no quiere que los otros tengan celos de lo que él posee, y por esto les da de lo que Dios le permite tener, de lo que ha querido y rezado y luchado para conseguir, esto que otros, quizás por su falta de fe, no tienen, y pueden tener celos de ti que lo tienes, y pueden tener necesidad de lo que tu tienes, por tu fe.

Da a los demás, de todo lo que Dios te da por tu fe, y así das también la fe, porque la fe se comparte compartiendo las cosas buenas que tienes, sea tu carácter, sean tus posesiones, sea tu inteligencia.

El escritor comparte su labor y, al compartirla, se hace famoso. El empresario comparte su trabajo y da trabajo a otros y, en compartir su visión, comparte su bendición.

No tengas miedo a compartir, porque el que da en abundancia, recibe abundantemente.

Hay que terminar con los celos, la venganza, el deseo de los débiles, de los que sin fe, van de dioses y no obtienen de la vida lo que Dios les daría, de pedírselo a Él, al que es el dueño de todo, por haberlo creado, por haber venido al mundo y redimirlo.

Le preguntaban a Juan, “¿qué hemos de hacer?”, y Juan les hablaba con el corazón y les decía lo que tenían que hacer; y lo que hay que hacer, es lo mismo que hizo Jesús, que todo lo dio por amor a Dios Padre. Todas sus intenciones las exponía públicamente, y a algunos les dijo: “sígueme”, y le seguían; y a otros, les proponía seguirle en entregar todas sus riquezas, y el joven rico no quiso; pero tú, con esas riquezas que tienes, sean tangibles o intangibles, como es tu fe, que no se ve, pero que la muestras por las cosas que tienes y Dios te concede, ¡eso dalo también!, porque se reduplicará su valor, y tendrás los méritos que Dios quiere de ti para darte algo superior, ¡el Cielo Eterno!, allí donde la, digamos, moneda de intercambio es y será: la Caridad.

Hazte rico en bondad y disfruta de la vida.

Aun a tus enemigos, ¡dales!, porque Dios te concede para que des, para que seas como el escritor, como el empresario, como el buen empleado que se siente parte de la empresa por entregarle a ella todas sus cualidades. ¡Claro que no se paga esto!, porque esto no se puede pagar, como no se paga la fe en esta tierra; pero sí que vives en ella; por la fe, vives mejor que otros, si tienes fe. Esa es la verdad de la Iglesia, el que la fe lo puede todo. ¡Haz la prueba!

P. Jesús

© copyright