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11 de noviembre de 2022

Viernes 11 de Noviembre de 2.022

Tiempo ordinario/32º

Misal virtual de hoy AQUÍ

Evangelio:

San Lucas 17, 26-37

El día en que se manifieste el Hijo del Hombre

(Dijo Jesús a sus discípulos): 26Como sucedió en los días de Noé, así será en los días del Hijo del hombre. 27Comían, bebían, tomaban mujer los hombres, y las mujeres marido, hasta el día en que Noé entró en el arca, y vino el diluvio y los hizo perecer a todos. 28Lo mismo en los días de Lot: comían y bebían, compraban y vendían, plantaban y edificaban; 29pero, en cuanto Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, que los hizo perecer a todos. 30Así será el día en que el Hijo del hombre se revele. 31Aquel día, el que esté en el terrado y tenga en casa sus enseres, no baje a cogerlos; e igualmente el que esté en el campo, no vuelva atrás. 32Acordaos de la mujer de Lot. 33El que busque guardar su vida, la perderá, y el que la perdiere, la conservará. 34Dígoos que en aquella noche estarán dos en una misma cama, uno será tomado y otro dejado. 35Estarán dos moliendo juntas, una será tomada y otra será dejada. 36Y tomando la palabra, le dijeron: ¿Dónde será, Señor? 37Y les dijo: Donde esté el cuerpo, allí se juntarán los buitres.

Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) 

«Palabra del Señor»

«Gloria a ti Señor Jesús»

Meditación:

El día en que se manifieste el Hijo del Hombre

Claro que vendrá el día, y llegará el momento, no sólo el de tu muerte, sino también el día en que se manifestará el Hijo del Hombre, cuando todo, todo, va a terminar. Será un día cualquiera, mientras en algún lugar se celebrará la última Eucaristía, porque quien os mantiene unidos a Dios, es Dios mismo, por los sacerdotes buenos que consagran y os dan a Cristo bajo las especies del pan y del vino.

Ese tiempo de llantos, de dolor y espanto, porque los demonios saldrán de los Infiernos, y de la misma manera que los ángeles del Cielo irán en busca de los buenos, y los cuerpos de los santos serán rescatados, y entonces la Tierra dejará de ser, y unos se irán con Dios, y otros quedarán atados al diablo. No habrá sorpresas, porque quien es malo, malo se va a quedar, y el bueno pasará a la Eternidad Celestial.

Tú, prepárate y prepara a tus hijos, sé consciente que no es la moneda de uso corriente, la que comprará tu vida en el Cielo, sino la bondad de tu corazón, la caridad con que hayas vivido tu fe.

Todo está bien si eres bueno, si vives tu fe, con la esperanza puesta en tus obras de caridad. Amén.

P. Jesús

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