Domingo 11 de Julio de 2.021
Tiempo ordinario 15º
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Evangelio:
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San Marcos 6, 7-13 De dos en dos 7Llamando a sí (Jesús) a los doce, comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus impuros, 8y les encargó que no tomasen para el camino nada más que un bastón, ni pan, ni alforja, ni dinero en el cinturón, 9y se calzasen con sandalias y no llevasen dos túnicas. 10Les decía: Dondequiera que entréis en una casa, quedaos en ella hasta que salgáis de aquel lugar; 11y si un lugar, no os recibe ni os escucha, al salir de allí sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos. 12Partidos, predicaron que se arrepintiesen, 13y echaban muchos demonios, y, ungiendo con óleo a muchos enfermos, los curaban. Sagrada Biblia. Nacar-Colunga (1.944) «Palabra del Señor» «Gloria a ti Señor Jesús» |
Meditación:
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De dos en dos No es buena para nadie la soledad, y Dios no la quiere para ti. ¡Búscate un buen amigo-a, alguien con quien puedas cumplir con el designio de Dios de ir de dos en dos! Te deseo la buena amistad, limpia, pura, y además de ser incondicional, que no atormente uno al otro, ¡que haya caridad! Cuando digo amistad, no digo esas amistades impuestas por un director espiritual, sino que hablo de una amistad de corazón, en la que tu corazón intervenga y te haga sentir bien contando a tu amigo-a lo que sientes, lo que quieres y lo que necesitas de él. Porque los amigos, el amigo, es un tesoro. Tener un buen amigo es una bendición de Dios, que te lo da para que puedas realizarte mejor como persona, que te lo permite tener para que con él, con el amigo-a, puedas hablar de Él, de Dios, porque pocas veces se puede hablar abiertamente de Dios. A veces, tantas, un buen amigo es un familiar querido, que además de ser familiar es un buen amigo-a, otras es una persona que antes había sido desconocida para ti, pero que llego tu vida por la fe, siempre un buen amigo tendrá que ver con la fe; con la religión, porque la condición humana es creer, es buscar y saber de qué va la vida, y la vida va de buscar y encontrar a Dios, y un buen amigo-a te ayuda, y tú le ayudas a esta vocación humana universal, la de la fe. Si no hay Dios de por medio, no hay amistad que dure. Con Dios todo se hace eterno; y así son las buenas amistades que te deseo, esas que continuarán en el Cielo. P. Jesús © copyright |
